Sin sorpresas ni sobresaltos, Cincinnati resolvió con solvencia la visita a Cleveland, una ciudad que a falta de otros atractivos, al menos deja en los equipos visitantes la sensación de ser mucho mejores de lo que son. Leo manifestaciones un tanto subidas de nuestros jugadores y me gustaría recordarles unas cifras: 5-7-1. Nuestro balance. Somos un equipo mediocre que mejor haría en ser humilde e intentar jugar mejor, porque derrotar un equipo con 0-13 a quien han ganado todos, tiene un mérito relativo.

ME GUSTÓ:

Mike Nugent: Empiezo con él aunque os sorprenda a todos excepto a mis amigos del whatsapp. En un partido tan anodino y falto de interés, el único foco de atención era ver si nuestro kicker la enchufaba o volvía a fallar. Fue la solitaria emoción de uno de los partidos más aburridos que recuerdo. Ahora en serio, este chico está totalmente perdido. Juega en una posición que es puramente mental y está absolutamente descentrado, sin confianza. No es un problema de pierna (también, pero no el más importante ahora mismo). Ya sabemos que no le van a despedir, pero cada día que pasa, con cada nuevo error que comete, su futuro está más fuera de la NFL. Por su propio bien, él mismo debería pedir que le cortasen.

Intensidad desde el inicio: Era algo que veníamos reclamando, que todas las unidades, especialmente las defensivas, empezasen a jugar desde el pitido inicial. Ayer se pudo ver un equipo comprometido con la intención de poner pronto distancia en el marcador. El ataque salió a toda máquina (¡por fin una jugada poco convencional con el pase de reverse a Boyd!), y los dos primeros drives fueron sendos touchdowns. La defensa por su parte, en todo el primer tiempo, sólo permitió a CLE convertir 3 primeros downs (y dos fueron casi milagrosos en 4ª y 1, y el otro tras un scramble de Griffin escapando de ser placado). Con el partido encarrilado, todo se vuelve mucho mejor.

Tyler Boyd: Con LaFell nuevamente desaparecido, el novato se convirtió en el WR1, sumando además 40 yardas de carrera a sus 49 de recepción. Le vi muy seguro y activo en unas condiciones nada fáciles. Al menos, la lesión de Green está permitiendo dar más protagonismo al rookie, que nos vendrá muy bien de cara al futuro.

George Iloka: Le vi muy firme en su sitio, minimizando los daños ocasionados por la flojera de la defensa contra la carrera, e incluso activo en el juego de pase, en el que añadió otra intercepción a su cuenta (en lo que fue más bien un punt de Griffin a triple cobertura).

Jeremy Hill: Después del nefasto partido contra Philly, se rehízo con 111 yardas de carrera (4,4 de promedio, algo ya más “razonable”) y 31 de pase. No cometió ningún fumble (todo un mérito con su pasado y la climatología). Fue su 2º partido de más de 100 yardas. El otro había sido… también contra los Browns en casa. Estaría bien que jugase a este nivel no sólo contra ellos.

Equipo de punt: Los 4 que chutamos les dejamos dentro de su yarda 20, y uno de ellos en su yarda 2, que propició la INT señalada antes. En un partido con esta climatología que dificultaba las jugadas, era muy importante ganar la batalla territorial. También la cobertura de kickoffs funcionó muy bien.

Otros: Hubo también buenas actuaciones individuales, pero sinceramente, no me parece el tipo de partido para encumbrarlas. Dalton estuvo bien, sin errores, en un día donde era complicado pasar. Eifert se erigió en intratable frente a una defensa con graves problemas en la cobertura a los TE. Los jugadores de línea defensiva, especialmente Atkins y Dunlap, pudieron penetrar con bastante frecuencia entre un líneo ofensiva de lo peor de la liga. Jones y Kirkpatrick anularon un juego aéreo de la mano de un QB como Griffin que venía de una larga inactividad, y se notó, etc.