Volvemos a casa, a la Jungla. Al Paul Brown Stadium donde aún no conocemos la victoria este año. Una situación anómala (normalmente solemos ser fuertes como locales) que este domingo podemos (y debemos) retornar a la normalidad. Nos veremos las caras con unos Bills que vienen enrachados, sobre todo tras derrotar a los actuales subcampeones de la NFL, los Falcons, en su propio domicilio. Nadie daba un centavo por ellos al principio de temporada y contra todo pronóstico, lideran la AFC Este por delante de los New England Patriots. No sólo eso, han estado a un drop de su WR novato Zay Jones de ir 4-0. Así que no entiendo muy bien por qué las casas de apuestas nos colocan a nosotros como favoritos.

Tradicionalmente, los Bills siempre nos han resultado un equipo muy correoso, difícil de vencer. Llegaron a encadenar una racha de 10 victorias consecutivas sobre nosotros, desde el campeonato de conferencia de la campaña 1988, que duró hasta 2011. El año pasado nos jugábamos un partido trascendental contra ellos para mantener vivas las aspiraciones de playoffs. No sólo perdimos el partido, sino que en el mismo día cayeron lesionados Green y Bernard para el resto del año. Allí se acabaron los Bengals 2016, y es justo reclamar la revancha. Aunque en postemporada les hemos ganado las 2 veces que nos hemos enfrentado (eran otros tiempos, cuando ganábamos en playoffs), en temporada regular el balance les favorece a ellos 16 a 12.

El partido supondrá el reencuentro con nuestro vilipendiado Brandon “Horizontal” Tate, quien ahora retorna para ellos, pero más emotivo será el que se produzca entre los hermanos Vigil, Nick y Zach, LB ambos, el nuestro una estrella emergente, el suyo en el Practice Squad. También supone el regreso a casa de 3 jugadores Bills nativos de Cincinnati: Wood (C), Preston Brown (LB) y Washington (DT).

El frío todavía no ha entrado en toda su crudeza (se esperan entre 20 y 25ºC), pero atención, puede hacer acto de presencia la lluvia (probabilidad del 50%) e incluso acompañada de aparato eléctrico. Nos arbitrará el colegiado californiano Pete Morelli, director de instituto. Es un tipo simpático, como demostró en pretemporada no pudiendo contener la risa durante el anuncio de 5 faltas cometidas en la misma jugada. En el plano profesional, es otra cosa. Tuvo que cambiar al equipo arbitral tras una nefasta temporada 2015, y la pasada campaña tampoco fue demasiado exitosa. No nos pongamos la venda antes de la herida. Como árbitro principal nos ha dirigido en 9 ocasiones, con 4 victorias y 5 derrotas, una de ellas precisamente también como locales ante Buffalo en 2005. Para acabar la introducción con un dato positivo, vestiremos con camiseta naranja y pantalón negro, mi combinación favorita, con la que nunca hemos perdido.