Volvemos al ataque para finalizar el análisis de los gorditos. Esta vez nos centraremos en el centro (valga la redundancia) de la línea. Tanto por propia convicción, como por necesidad, la línea ofensiva debe ser el pilar sobre el que construir nuestro ataque. No podemos tirar por la borda los mejores años (y la salud) de nuestro quarterback sin proporcionarle la solidez oportuna, ni permitir que esta unidad sea el primer obstá-culo a evitar en el juego de carrera.
Resumen 2023
Tras los refuerzos de años anteriores, en 2023 no se consideró necesario seguir invirtiendo en este apartado de la unidad. Se vendió la versatilidad de Cody Ford como posible opción de emergencia, y listo. La única incorporación fue la del OG Jaxson Kirkland, un prometedor undrafted para el equipo de prácticas que, al lesionarse muy pronto, no contó como revulsivo.
Así, con los dedos cruzados, arrancamos la campaña esperando que no se lesionaran nuestros titulares para no tener que ver en acción a Hill (C), Scharping (OG), o peor aún, a Carman en esta posición interior. Afortunadamente, tanto Karras como Cappa y Volson aguantaron íntegros (salvo algún sustillo) toda la temporada, aunque siendo objetivos, su rendimiento global bajó enteros respecto al año anterior.
Esta vez en cambio no habría que culpabilizar solo a Volson. En su segundo año en la liga continuó progresando. No creo que llegue nunca a ser probowler, pero se consolida como una opción fiable en el guardia izquierdo. No todos pueden ser estrellas, ni todos los equipos tienen figuras en todas las posiciones de la línea, por lo que considero que se ha afianzado en la titularidad. De hecho, después del bye, su rendimiento fue muy similar al de otros fenómenos, como Thuney (sólo permitió 2 sacks, con un porcentaje de eficiencia en el bloqueo de 97,2).
En cambio, Cappa vivió probablemente su peor año en la liga, y esto sí es criticable, porque de él sí se espera un alto rendimiento, como guard mejor pagado en la historia de la franquicia (18º de la liga). Por ejemplo, el día de Texans, su porcentaje en bloqueo de pase fue de 12,7, su marca más baja desde que era rookie. Su temporada fue muy inconsistente, alternando altos con bajos, en una unidad donde necesitamos mayor regularidad. Ojalá tenga en 2024 una campaña más parecida a la de 2022 que a la de 2023, pero son señales que deberían alertarnos.
Algo similar le ocurrió a Karras, quien tras sólo conceder 2 sacks en 2022, subió a 6 en 2023. Nuestro finalista para el trofeo Walter Payton al hombre del año ha hecho una loable labor humanitaria, pero sobre el campo también dio un ligero paso atrás. Tuvimos problemas en la conversión de downs cortos, donde debería imponerse; y en general, el juego de carrera nunca llegó a gozar de la confianza de los técnicos por la falta de productividad. Es uno de los líderes del equipo, pero ya con 31 años, y en el último de su contrato, no digo que sea un problema, pero empieza a dejar de ser una solución.
De nuevo, hay que poner de manifiesto la dificultad que supone para la línea ofensiva tener que proteger a un quarterback como Burrow que estira tanto las jugadas. Pero es lo que tenemos, y hay que trabajar con esta premisa. Aquí es donde tiene que verse la labor de Pollack, el entrenador de la unidad que, como ya comentamos, está resultando bastante deficiente. No sólo en la protección, sino especialmente en la carrera, como coordinador además de esta faceta del juego. Sobre el centro de la línea recae la mayor parte de la responsabilidad de este apartado que, en 2023, nos situó en el lamentable penúltimo puesto de la liga en yardas terrestres.
Estos serían los rendimientos individuales tomando como referencia los parámetros de la web Pro Football Focus:
Bloqueo para la carrera:
Cappa: 59,2% con Burrow; 65,9% con Browning.
Volson: 61,2% con Burrow; 61,1% con Browning.
Karras: 63,7% con Burrow; 58,6% con Browning.
Protección de pase:
Cappa: 57,5% con Burrow; 61,5% con Browning
Volson: 43,1% con Burrow; 72,1% con Browning.
Karras 61,3% con Burrow; 73,7% con Browning.
Se aprecia una notable mejoría cuando deben proteger a un quarterback más “estándar” como Browning, pero la ineficacia ayudando a la carrera siguió patente, en el momento en que más necesitábamos su aportación. Sin resultar tan evidente como en 2022, esta unidad volvió a ir de menos a más, lo que vuelve a dejar sobre la mesa el debate de si debe participar más durante la pretemporada para llegar en mejores condiciones al arranque liguero oficial.
Agencia Libre
El evidente declive de Karras y Cappa, más el hecho de que Volson nunca será una estrella, genera una natural incertidumbre sobre el futuro de la unidad. Y de los reservas, mejor ni hablar. Ford y Scharping serán agentes libres, mientras que a Hill aún le queda 2024 de contrato. Creo que necesitamos tanto una respuesta inmediata para el banquillo, como soluciones para años venideros.
Empezando por la posición de center, la más urgente por la edad de Karras y la finalización de su contrato, la alternativa es Hill quien, como demuestra no estar activado para ningún partido en 2023, no da nivel ni para suplente. De hecho, era Scharping el center de emergencia. En mi opinión, no tiene sentido que Hill siga ocupando una plaza que podría estar mejor aprovechada por un novato que empiece a formarse, así que le cortaría.
Sin embargo, necesitamos un suplente de cierta garantía. Mucho me temo que renovarán a Scharping, que sería la opción rápida y barata; pero no estaría mal buscar en el mercado a algún jugador de mayor calidad que pueda hacer esta función híbrida de center/guard suplente. Un jugador que podría ajustarse a este propósito, tanto a nivel económico como deportivo, sería Nick Allegretti. Con sólo 28 años, todavía le quedan años a buen nivel, y con Thuney y Trey Smith en Chiefs, pocas opciones tiene de soñar con ser titular (aquí podría competir con Volson o incluso Cappa si éste se descuida). Además, como hemos dicho otras ocasiones, si encontrásemos un center solvente, podríamos plantear pasar a Karras al guard, donde en el pasado ha rendido mejor.
Si por el contrario, buscamos únicamente un parche temporal, si haber fichado a Allegretti nos hubiera puesto alegres, del mismo modo nos podría hacer felices fichar a Feliciano. El ex de los niners ya tiene 32 años, pero posee experiencia como center y guard. Si nos da igual la edad, o confiamos en la proverbial longevidad de los linieros interiores, una opción interesante como center podría haber sido Morse, cuyo corte tuvo más que ver con los problemas económicos de Bills que por su edad (32) o calidad, pero se adelantaron los Jaguars. También el regreso de Zeitler (34) a una posición de guard donde siempre ha sido muy sólido (y esta vez no podría pedir tanto dinero como cuando se fue).
En todo caso, al precio que se están poniendo, no tengo claro si buscarán refuerzos para el interior de la línea ofensiva en la agencia libre (sobre todo pensando en un jugador con un rol en principio de suplente para 2024), así que salvo chollos de última hora de jugadores veteranos que se quedasen sin equipo (no sé, tipo Evan Brown, de Seahawks), vería más sensato recurrir al draft.
Draft
Jackson Powers-Johnson #58 (Oregon)
El flamante ganador del Trofeo Rimington al mejor center universitario fue sin duda el más dominante de la nación en 2023. Unánime All–America, fue para Pro Football Focus el mejor en bloqueo de carrera y el segundo en protección de pase. Sólo concedió dos presiones y ni un sack. El ataque de los Ducks fue el único en el top-20 del país en pase y carrera, gracias a la sólida línea ofensiva liderada por él. Si demostró esta superioridad en su primera temporada como titular con solo 21 años, imaginad hasta dónde puede llegar.
JPJ es un center enorme, pero se mueve muy bien pese a su tamaño. Su explosividad y potencia en el juego de carrera, donde se desenvuelve perfectamente en cualquier esquema de bloqueo, son impresionantes. Sus manos son poderosas, destructivas, y sumadas a su movilidad lateral, permiten abrir ángulos a su corredor. Es físico y “nasty”, combativo hasta que pita el árbitro, durante todo el partido. A campo abierto, tiene rapidez y coordinación para participar con éxito en los screen.
Protegiendo el pase, sabe anclarse bien en su posición para absorber las embestidas de los defensores. Está siempre bien balanceado, y con las manos donde deben estar. Su juego de pies le permite reposicionarse para ganar ventaja. Su inteligencia le hace adelantarse al rival para ordenar la jugada correcta. Está siempre atento para acudir en ayuda de sus compañeros, y se combina a la perfección con el guard para los dobles bloqueos. Realiza todos estos movimientos con una fluidez natural innata que evidencia todo su talento.
Destacaba antes su tamaño. Todo está bien, pero quizá no le hubiera venido mal haber nacido con unos brazos algo más largos, porque pude pasarle factura ante rushers con más envergadura. Como cualquier rookie, hay detalles técnicos que todavía debe pulir (jugar más bajo, movimiento de pies, etc.). Tiene que trabajar los cambios de dirección, sobre todo en campo abierto.
Capitán del equipo, mostró su coraje sobreponiéndose al dolor jugando lesionado, sin perder un ápice de su dominio en el juego. No se vio sobrepasado por las expectativas levantadas tras su buen juego ante los mejores equipos universitarios, y en la Senior Bowl solidificó su estatus como el mejor de la promoción. Sin lugar a dudas, es un center como reclama la NFL moderna, y sobre quien construir toda una línea ofensiva.
Aunque solamente lleva 15 partidos como titular en la posición, la mayoría de los expertos le consideran capacitado como para jugar en la NFL desde el primer día. En nuestro equipo, podría pasar tranquilamente un año de “red-shirt” tras Karras como suplente (mejor que Scharping), para saltar a la titularidad en 2025.
Supongo que todavía tendrán ciertas reticencias aquellos que aún recuerdan con dolor la elección de Billy Price en el pick#21 del draft de 2018, pero recordemos también que, en aquella oportunidad, el club, a quien quería era a Frank Ragnow, quien salió justo un pick antes, y cuya carrera en la NFL sí ha sido fructífera. No creo que sea descabellado escoger, en esta elección de mitad de ronda, a un jugador que pueda solidificar un puesto clave en la titularidad ofensiva durante una década.
Lo bueno: Ya sabéis que para hacer mis valoraciones no necesito ver partidos, me basta con entrar a la página de la Wikipedia del jugador. Hay detalles que predisposicionan al éxito a los jugadores: la cabellera, las gafas, las medidas, el origen… Uno de ellos es sin duda el nombre. JPJ no lleva numeral en su apellido, pero es compuesto, lo cual puntúa muy alto en mi lista particular. Si además una de esas partes es “Powers”, realmente no se puede pedir más.
Lo malo: Propenso a holdings y salidas falsas (5 en 2023). Todavía debe aprender a gestionar situaciones de juego dada su escasa experiencia en la posición.
Proyección: Tiene calidad para ser elegido en el primer día, pero los centers no suelen empezar a salir como muy pronto hasta mitad de ronda. No sería ningún “reach” escogerle en el pick#18.
Sedrick Van Pran #63 (Georgia)
Me vais a permitir que en este artículo me centre en los centers (valga la redundacia). No digo que no pudiésemos necesitar ayuda en los puestos de guard, pero malo sería que uno de estos chicos no pudiera servir como relevo en una de esas posiciones (no veo a los técnicos quitando la titularidad a estas alturas a Volson, y menos a Cappa). En mi opinión, me daría más miedo una posible lesión de Karras que la de cualquiera de los otros dos, independientemente de que por un tema contractual y de edad sea lo más urgente.
Sin embargo, también es obvio que tenemos ahora mismo, antes de que comience la vorágine de la agencia libre, necesidades en otras posiciones que relegarían el refuerzo del interior de la línea ofensiva a rondas algo más tardías. En esta posición se pueden encontrar buenos elementos avanzado el draft (Jason Kelce, por ejemplo, salió en 6ª ronda), pero convendría encontrar un adecuado equilibrio, para intentar salir con un proyecto fiable de titular sin jugárnoslo demasiado a la lotería.
Por eso creo que Sedrick Sentel Van Pran-Granger podría encajar en lo que buscamos: un jugador de excelente proyección sin tener que invertir un pick muy alto. Este chico salió de Luisiana en 2020 como el mejor center de instituto del país. Su reacción de rabia y frustración al perder la final estatal, precisamente en el Superdome de New Orleans, por 1 punto tras fallar la conversión de 2 puntos se hizo viral. No es un chico que acepte bien la derrota, y esta es la actitud que necesitamos. Si además, tiene una deuda pendiente en la sede del Super Bowl LIX, razón de más para tenerle en cuenta.
Capitán del equipo en el instituto, donde compaginó el football con el lanzamiento de peso, disco y jabalina, eligió a los Bulldogs precisamente porque eran un programa ganador. En sus cuatro años de carrera universitaria, disputando 47 partidos, 44 de titular, todos como center, solo ha concedido un sack (en 2021), y ningún QB-hit. Es un chico corpulento (tamaño estándar, que es un escalón por debajo de prototípico porque los brazos son algo cortos) y poderoso, un gran luchador con una mentalidad de sacrificio, dureza y combativo hasta el final.
Es todo un líder, muy comunicador pre-snap, elegido capitán por sus compañeros, y pieza clave en el gran rendimiento de Georgia en los últimos años. Muy inteligente para detectar todo el juego que se produce a su alrededor, pero también muy instintivo para actuar en consecuencia. Explosivo tras poner el balón en juego, tiene un gran primer paso que le permite anticiparse a su oponente. Su fuerza y capacidad atlética le convierten en un liniero muy versátil para esquemas de potencia o zona (aunque se devuelve mejor es este último apartado, que es como ataca nuestra OL). Gran coordinación para acompañar al guard en el doble bloqueo o subir al segundo nivel.
Aunque muy eficaz para la carrera, es todavía mejor protegiendo el pase. Sabe colocarse en la mejor disposición para aguantar el bloqueo. Sus manos poderosas advierten al rusher que por ahí no va a pasar. Excelente football IQ para responder ante stunts y twists. Buen juego de pies para redireccionarse y contundencia para cerrar su gap con violencia hasta que termina la jugada o el rival besa el suelo.
Como decía, puede tener problemas ante rushers de más envergadura que le ganen la partida por tener brazos más largos. Su ímpetu al arrancar la jugada puede llevarle a tomar malos ángulos. Tiene que aprender a controlarse. Puede sufrir ante el bull-rush porque su tren inferior sea incapaz de absorber sus embestidas. Tiene que seguir perfeccionando su técnica para sacar ventaja en el uno contra uno. Se borró de la Senior Bowl, no sé si por lesión o consejo de su representante.
Lo bueno: Tiene un apellido compuesto no por dos, sino por tres palabras, algo poco común. Será complicado para los de las tiendas condensarlo todo en la espalda de la camiseta pero sin duda, es un nombre consagrado al éxito.
Lo malo: Su canción favorita es “Amazing”, de Kanye West. Creo que todos recordamos la polémica entre este artista y la nueva musa de la NFL, Taylor Swift. No sé si nos conviene enfrentarnos a este poder mediático.
Proyección: Calculo que podría salir para mediados de la tercera ronda, y ahora que la NFL ha rectificado y nos ha concedido un pick complementario en esa ronda, tenemos más armas para conseguir buenos jugadores al final del segundo día, ya sea esperando, o subiendo.
Tanor Bortolini #63 (Wisconsin)
Bortolini ha jugado 35 partidos en los Badgers, con 28 titularidades: 14 como center, 13 de guard, e incluso 1 como TE bloqueador. No jugó como titular indiscutible en el centro hasta 2023, pero alcanzó un grado de 80,8 en protección de pase para PFF, siendo el tercero mejor de su conferencia, y concediendo solamente un sack. En años anteriores alternó la posición de guardia derecho e izquierdo, e incluso right–tackle, donde solo concedió también un único sack en 2022 y 2021. Su versatilidad como comodín para el interior de la línea ofensiva le convierte en un valor como jugador activo en los partidos desde la suplencia. Normalmente sólo se suelen activar 7 jugadores de OL para los domingos, así que es una plaza importante.
De Bortolini destaca sobre todo su capacidad atlética. No sé si habrá muchos partidarios del RAS (Relative Athletic Score), pero en la combine se salió literalmente, con una puntuación de 9,97 (la 6ª mejor entre los jugadores de su posición desde 1987). Tiene una destacada movilidad lateral, es muy fluido en sus movimientos, y con su juego de pies es capaz de cerrar todos los huecos al rusher rival. Es además muy físico y agresivo, y no duda en castigar al defensor que se encuentre despistado. Además, como líder de la unidad, no duda en acudir en ayuda del compañero necesitado.
Sus más de 1970 snaps de experiencia le llevan a ser un jugador tremendamente cerebral, capaz de identificar y anticiparse a los movimientos de rush del contrincante. También tiene paciencia para priorizar la defensa de su espacio antes que precipitarse contra el rival. Sus pies siempre están en movimiento, porque sus brazos cortos le dejan escaso margen de error. Es sólido en todas las áreas del juego, y su flexibilidad para jugar en las posiciones interiores de la línea y pasión por el juego, son valores a tener en cuenta, también para ser un pilar en equipos especiales.
Sin embargo, no caigamos en el trampantojo de deslumbrarnos con los fuegos artificiales de los juegos atléticos. Aunque también en la Senior Bowl destacó enfrentado a rivales de primer nivel, lo que importa realmente es el rendimiento en el terreno de juego. Su golpe inicial no es tan contundente, y puede quedar fuera de la jugada. Necesita mejorar su balance. No es capaz de desarrollar mucha potencia, por lo que debe confiar más en su técnica que en su fuerza. Esto le lleva a perder los duelos prolongados. Su juego consiste más en neutralizar al defensor que en moverlo de la jugada.
Lo bueno: Llegó a la universidad muy bajo de peso para los estándares de la posición. El entrenador le pidió que subiera 9 kilos sin perder movilidad ni velocidad. Se encerró en el gimnasio, cambió su dieta eliminando comida rápida por proteínas y carbohidratos y sumó 13. Ahora está en 137 Kg, 15 más de lo que pesaba entonces, y su capacidad atlética todavía es mejor. Su ética de trabajo está fuera de duda.
Lo malo: Tuvo unos cuantos malos snaps, demasiado altos, que pusieron en apuros a su quarterback. Debe mejorar esta técnica porque también le sale el balón demasiado lento en shot–gun. Estas cuestiones hacen planear ciertas dudas sobre su solvencia como center.
Proyección: Su buena combine le va a hacer subir posiciones en una proyección inicialmente prevista para 6ª ronda.
Otros nombres de interés:
Zach Frazier #54 (West Virginia)
Seguramente, primera ronda para un liniero ofensivo interior fuera demasiado para la salud cardíaca de Mike Brown, pero en segunda no lo vería descabellado. En este escenario, un jugador interesante podría ser Frazier. Comenzó a ser titular en su año freshman y no soltó la titularidad en sus 4 años de carrera, alternando el left-guard con el center. Jugador muy atlético y maduro (casado desde Mayo de 2023), es además un estudiante prestigioso. Todo este bagaje de inteligencia y combatividad lo traslada al campo, donde aprovecha cada gramo de su musculatura, su experiencia en el cuerpo a cuerpo (manos, pies, balance, etc.) y rápido diagnóstico de las jugadas. Pese a algunas limitaciones físicas, si cae en el esquema adecuado con el entrenador oportuno, se proyecta como un solvente titular en mitad de segunda ronda.
Cooper Beebe #50 (Kansas State)
Curioso que se llame “bebé” este animalito de 6’3” de altura y 322 lbs de peso. Aunque sus características se maximizarían en el interior, tiene amplia experiencia (51 partidos, 48 de titular) como left-tackle aparte de como left-guard. Aquí ya hablamos de versatilidad entre guard y tackle, no entre guard y center, por añadir otra variable. Cooper tiene 3 hermanos: Colton, Collin y Candem. No hace falta decir que sus padres Tom y Tamara son enamorados de la letra “C”. 2 años capitán del equipo, solo ha concedido un sack en sus últimos 42 partidos. Destaca de él su fuerza para desplazar defensores abriendo líneas al corredor, o hacerse inamovible en protección de pase. Durable y competitivo, debe mejorar su balance, movilidad lateral y capacidad de reacción. Le veo saliendo al principio de la tercera ronda.
Brandon Coleman #77 (TCU)
Otro híbrido entre tackle y guard, muy atlético y, este sí, con brazos largos. Su experiencia en el exterior le da un plus en protección de pase interior. Capitán del equipo, con 36 titularidades. Agiles movimientos laterales, maximizando la longitud y potencia de su tren inferior para anclarse ante bull-rushers. Paciente y con buen juego de pies. Poderoso subiendo al segundo nivel. Inteligente, agresivo y con instinto para reconocer stunts y twists. Le cuesta mover defensores. Debe ser más consistente. Su capacidad de reacción es mejorable. Tiene que pulir detalles técnicos, como el juego de manos. Creció en Alemania, de donde es su madre, y habla alemán con fluidez. Su versatilidad le hará salir entre 4ª y 5ª ronda.
Hunter Nourzad #65 (Penn State)
Hunter Lee Nourzad puede ser el hombre orquesta de la línea ofensiva. Experiencia como center, guard y right-tackle. Jugó a lacrosse e hizo atletismo (lanzamiento de peso). Ancho y poderoso, tiene una buena explosividad al snap. Potente, técnico y combativo, se ha medido con lo mejorcito de college. Lo bastante fuerte como para contener nose-tackles desde la posición de center. Su fluida movilidad lateral le permite cubrir mucho campo. Inteligente para detectar el blitz. Sufre ante stunts y twists, y los rushers rápidos le generan problemas. Impaciente y algo perdido en espacios abiertos. La cruz de su versatilidad es que todavía es un producto por pulir en una posición concreta. Diría que puede salir en 6ª ronda.
Andrew Raym #73 (Oklahoma)
Center puro, posición donde ha sido titular en 29 de los 43 disputados en los sooners. Posee un tamaño prototípico (ha costado, pero por fin sale) y usa gafas, por lo que es inteligente. Tiene instintos asesinos y se mueve con mucha agilidad para su peso. Líder (capitán del equipo) y ética de trabajo que enamora a los entrenadores. Explosivo, con manos poderosas. Buen balance corporal y rápida incorporación al segundo nivel. Más técnico que físico. Muy verde todavía en protección de pase, donde le pueden sorprender movimientos de jugadores más experimentados. Debe mejorar su capacidad de reacción y jugar con más confianza en sus instintos. Es un jugador para tener paciencia con él, pero con alto potencial en lo atlético. Posible objetivo de desarrollo en séptima ronda.
(foto de portada: Sports Illustrated)
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com