Uno de los fichajes estrella de la próxima temporada ha sido Mike Gesicky. A la espera de si llega otro en el draft, aquí la historia del que será el entrenador de su unidad, el entrenador de TE James Casey.

Es un entrenador joven que en septiembre cumplirá 40 años. Nacido en Fort Worth, Texas. Pero creció en las afueras de Fort Worth, en un pueblo pequeño Azle. Vivía en una casa con ruedas junto a sus padres. Eran pobres y no le gusta hablar de ello porque dice que hay mucha gente así y no quiere que la gente sienta lástima por él.

Cuando tenía 16 años, él estaba en el colegio cuando el remolque en el que vivían se incendio y su madre murió en ese incendio. James estuvo una semana sin ir al colegio. Estaba deprimido y no quería ver a nadie. Hasta que se dio cuenta de que su madre hubiera querido que saliera adelante.

Se quedó solo con la ropa y la mochila que llevaba ese día. Como dijo para la web de los Texans en su etapa de jugador, viene de la nada porque no tenía nada.

Después se trasladó a otra trailer home con su padre, que también murió en 2011. Pero dice que era inhabitable. Estuvo muy poco allí y pasó por otras casas temporales. Hasta que el entrenador de preparación física del Azle High School, Todd “Doc” Urbanek lo acogió con su esposa Betsy. Se convirtieron en sus padres adoptivos.

En su año Junior empezó a salir con Kylie Henderson con quien se casó y tuvo hijos. Al final de su tercer año en secundaria se mudó a vivir con su novia y la madre de ella.

Los Urbanek, su esposa y su suegra le dieron lo que necesitaba cuando no tenía nada.

Explica que cuando lo perdió todo no tenía como conseguir ni ropa, ni comida y le abrieron una especie de fondo en la ciudad. Recaudaron un montón de dinero y recogieron un montón de ropa. También le proporcionaron el equipaje para que jugara tanto al béisbol como al fútbol americano. La ciudad se volcó con él y por ejemplo el médico le compró las botas y los guantes para jugar a béisbol.

Casey tenía un gran talento para el béisbol y además su QB se lesionó la rodilla en su tercer año y tuvo 2 cirugías, así que vio imposible conseguir una beca para fútbol. Su bola rápida iba a 95mph. Fue elegido en la séptima ronda del draft de 2003 por los White Socks de Chicago.

Con 18 años recibió un bonus por firmar de 120.000 dólares y dice que pensó “dios mío, para mí esto es como 1 millón de dólares.”

Casey en su etapa en el béisbol

Ahorró e invirtió ese dinero yendo a Bristol, Virginia para estudiar. Por jugar ganaba 850 dólares al mes. Vivía con dos compañeros de equipo que acababan de graduarse. Dormía en el suelo en un saco de dormir que era todo lo que se podía permitir. La gente de Azle le mandaba paquetes de comida y zapatillas para que saliera adelante.

Vivía a una milla del estadio , trayecto que hacía a pie hasta que se compró una bici por 15 dólares. Tras los partidos iba a buscar comida rápida con la bici.

Califica esa experiencia en las ligas menores como divertida y una cura de humildad. Jugó 3 o 4 años hasta que con 21 años lo cortaron dos semanas después de casarse. Se enteró por una llamada de los Lincoln Saint Dogs, un equipo independiente que le decían si quería jugar por ellos. Confundido colgó y revisó el buzón de voz y tenía el mensajes de los White Sox diciendo que no creían que llegara a las ligas mayores.

Casey firmó con los Fort Worth Cats, un equipo independiente que no está afiliado a la MLB. Ganaba 1.000 dólares al mes y era el jugador más joven de la liga. En su equipo jugaba Luke Hochevar, el número 1 del draft de 2006 elegido por los Kansas City Royals. Pero empezada la temporada vio que aquello no funcionaba y decidió volver a estudiar y probar con el fútbol americano. Mientras seguía en el equipo de béisbol iba con la pelota de futbol a todas partes y antes y después de cada entrenamiento sus compañeros del equipo del béisbol le hacían correr rutas.

Cuando veía fútbol universitario creía que era mejor que muchos de ellos. Así que realizó su propia Combine. Envío sus datos a todas las universidades de Texas con una carta, con cuestionarios cuidadosamente completados que encontró on line, también videos de su etapa en secundaria y su esposa le hizo enviar una foto de 8×10 de él sin camisa y en mallas. Kylie le dijo “eso es lo que hacen en la Combine”.

TCU le invitó al campus para reunirse con su HC, que vio su prueba, y habló con el coordinador de reclutamiento. Le dijeron que adelante pero sin ofrecerle ninguna beca. Le pasó lo mismo con North Texas, y también en visitas de la división II.

Pero en Rice les pasó algo distinto. Casey le dio su paquete a un amigo suyo de secundaria, Dustin Hufsey que lo entregó al entrenador de receptores David Beaty. Que no hizo caso ni del video ni de la carta, pero se paró en la foto.

Casey recibió una llamada del coordinador de reclutamiento de Rice para una visita. Entonces trabajaba en un gimnasio de Azle. Casey no sabía ni que Rice estaba en Houston. Se hospedaron en un hotel, que para él era el más bonito que había visto nunca. En las ligas menores lo hacían en moteles baratos que muchas veces no tenían ni aire condicionado. Tenía miedo de coger dulces del mini bar porque tenía miedo que Rice lo echara.

Le ofrecieron una beca completa. En secundaria se había graduado con un promedio de 99,38, el puesto 12 de una clase de 300 o más. Pero eso no importaba. Le querían con la condición de que jugara de Safety o Linebacker en lugar de QB. No había jugado nunca en defensa pero aceptó.

Casey en la Universidad de Rice, un apellido de mal recuerdo para todo seguidor de los Bengals y no por la Universidad.

Pero 3 días después de llegar al campus el entrenador Graham se fue para ser el HC de Tulsa. El nuevo HC David Bailiff le dijo que ayudaría más de QB. Pero llegaron las lesiones y le pusieron de WR. Empezaron 0-6 y jugaban a nivel nacional ante Southern Miss.

Los entrenadores querían ver qué podía hacer. Jugó en 7 posiciones diferentes durante el partido. De QB como wildcat. De WR, RB, holder, guard en equipos especiales, Punt returner, y DE. En 5 snaps consiguió 1 sack y un tackle for loss. Acabó el año siendo freshman All-American y All-Conference USA.

En Rice se le conocía como “Thor”. Al año siguiente hizo récords de la Universidad con 111 recepciones para 1.329 yardas y 13 TD y 5 TD de carrera. Acabaron 10-3 y ganando una Bowl, la primera desde 1954.

Se graduó con triple especialización en economía, estudios de gerencias y gestión deportiva con especialización en negocios.

Tras su segundo año se presentó al draft ya con 24 años y los Texans lo eligieron como TE en la quinta ronda, después de 2 años pasó a jugar de FB.

Casey en su etapa en Houston ante los Bengals (Bob Levery Getty Images)

Al terminar su contrato rookie fichó por los Eagles con los que jugó de TE dos temporadas y se retiró en los Broncos en 2015.

Acabó su carrera con 72 recepciones 842 yardas y 6 TD. No son unos grandes números porque era un TE bloqueador.

En enero de 2016 se incorporó al staff técnico de los Houston Cougars como analista ofensivo y en diciembre fue ascendido a entrenador de TE.

En 2019 llegó a los Bengals de Zac Taylor. Drafteamos a Sample y ha ayudado a que Uzomah y Hurst revalorizaran sus carreras para sacar buenos contratos lejos de aquí. Casey se pasó 4 de sus 7 años entrenado por Gary Kubiak en Denver y Houston. Los TE con Kubiak básicamente bloqueaban, para C.J. Anderson, Arian Foster o Terrell Davis. De esa idea seguramente vino el pick de segunda ronda de Sample, el mejor bloqueador de la posición y porque negarlo su renovación por 3 años más este verano. Y no hay que olvidar que nuestro ex coordinador ofensivo Brian Callahan tiene fuertes vínculos con el sistema de Kubiak. Callahan estuvo de asistente de Kubiak desde 2010 hasta 2015. La que fue la última temporada de Callahan y fue la primera temporada de Casey en Denver y en la que acabó cortado tras cuatro partidos. Después se retiró como jugador. Los Broncos ganaron la Super Bowl ese año pero ya sin Casey.

Esperamos que este sea el año en que pueda celebrar su primera Super Bowl porque su vida lo merece y si es con un TD de Gesicky nos alegraremos el doble.