Bengals 2023Previas

Previa 49ers-Bengals 2023

¿Habéis descansado chicos? Porque lo que viene es fuerte y vamos a necesitar todas nuestras energías. Para empezar, viaje a la costa oeste, a San Francisco, para enfrentarnos a los 49ers este próximo domingo desde las 9:25 de la noche en España (atentos al cambio de hora), mientras que en México y Argentina se mantendrá el horario habitual del segundo turno: 2:25 y 5:25 de la tarde respectivamente.

Va a ser un partido complicado, porque, aunque los californianos tienen bien encauzada la temporada (5-2), han encadenado dos derrotas consecutivas, y en este regreso a su Levi’s Stadium querrán volver a la senda de la alegría. Tienen un pedazo de equipo, pese a las bajas, mientras que, por nuestra parte (3-3), vamos a orillas del océano pacífico envueltos en un mar de dudas. Seguimos últimos de división (somos el mejor último de división de toda la NFL, pero esto es triste consuelo), y debemos empezar a sumar victorias, porque nuestros rivales divisionales no aflojan.

La defensa está mostrando la solvencia que se espera de un equipo contendiente (no seremos la mejor del campeonato, pero aparece cuando hace falta). Sin embargo, el ataque es otra historia. Esperamos para este partido contar por primera vez con Burrow y Higgins al 100%, y que las molestias de Orlando Brown no obliguen a hacer sustituciones en la línea ofensiva. Pero sobre todo, esperamos soluciones desde la banda. El juego de carrera no funciona. La protección a Burrow sigue siendo ineficaz. Nos quedamos sin alternativas cuando Chase recibe doble vigilancia. Los tight-end continúan de adorno, tanto en recepción como en bloqueo. El plan de juego apenas plantea incertidumbres a las defensas rivales. No se puede dejar todo el peso de la ofensiva en la inspiración de Burrow. Y menos ante una defensa del calibre (otra más que nos sale al camino) de la de los mineros.

No hace falta que os recuerde aquí la intensa rivalidad que tenemos contra los de rojo y oro. No sólo fueron las ediciones XVI y XXIII de la Super Bowl que nos ganaron por 5 y 4 puntos respectivamente, sino que son el equipo contra el que tenemos peor porcentaje de victorias (23,5%, 13-4) de toda la NFL. No les ganamos desde 2015 (precisamente en San Francisco, de la mano de nuestro recuperado A.J. McCarron). Las dos ocasiones más recientes donde nos hemos enfrentado hemos acabado hincando la rodilla. La última de ellas, tras caer en una emocionante prórroga tras una impensable remontada en el cuarto cuarto, que dio origen a la famosa frase de Taylorhay que liberar a Burrow”, a la que ahora volvemos a aferrarnos.

En sus filas milita nuestro ex-QB suplente Brandon Allen, mientras que de los nuestros, el SF Thomas y el TE Hudson, ambos en el practice squad, tienen pasado minero. También vistió la elástica roja y oro nuestro entrenador de línea ofensiva Frank Pollack en sus tiempos de jugador, mientras que Bosa y Hubbard compartieron línea defensiva en los Buckeyes de Ohio State. Para la cita vestiremos con camiseta blanca, pantalón negro con franjas naranjas y calcetas blancas, combinación con la que tenemos un record de 5-3, y que utilizamos por última vez en la reciente victoria en Arizona. La temperatura será fresquita, como corresponde a Santa Clara, de unos 10ºC. Se espera una noche despejada, con una humedad rozando el 35% y viento suave (no más de 15 km/h).

Nos arbitrará Ron Torbert, abogado licenciado en derecho en Michigan State, pero con un doctorado en Jurisprudencia por Harvard, que gracias a nuestro compañero Jaime sabemos que nació en Youngstown, Ohio, a 4 horas por carretera de Cincinnati. Algo que sin duda debió olvidar cuando nos arbitró en la Super Bowl LVI que perdimos ante Rams. Sin duda, debió pesar más tener su residencia en Baltimore. No obstante, el balance cuando nos pita nos es favorable por 7-4, siendo nuestra última victoria precisamente ante Ravens en el último partido de temporada regular del año pasado en el que sacaron todos los suplentes. Es un colegiado dialogante, que no solía pitar muchas faltas, pero este año se está destapando, y es el segundo de la liga que más pita, con una media de 15 por encuentro. Sus penalizaciones favoritas son las salidas falsas y los holdings ofensivos, así que muy atentos nuestros linieros ofensivos.

Con este touchdown a falta de 2 minutos para acabar la prórroga (primero anulado porque parecía fuera y luego revertido), los 49ers nos ganaron en el último enfrentamiento (foto: Sam Greene/The Enquirer)

En ataque

A estas alturas, la pantorrilla de Burrow no debería ser excusa para nadie. Ni para los entrenadores para darle un plan de juego reducido, sin jugadas bajo el center, ni para el propio quarterback, quien debería poder ya escabullirse mejor de la presión. Una presión que sin duda le va a llegar, porque la línea defensiva de 49ers, con Bosa al mando, es terrible, y sus linebackers entrando en blitz por el interior tampoco van a dar tregua.

Esto nos lleva a que necesitamos que la línea ofensiva tenga un día de masticar cristales. Hay que esperar que Orlando Brown esté recuperado de sus molestias y cierre el lado izquierdo, que con Volson en el guard parece ahora mismo el punto más débil. Igualmente, si nos creemos las estadísticas de ProFootballFocus, parece que Sample es de los mejores tightends en protección de pase. Pues ya que no hace gran cosa en otro sentido, a ver si destaca en éste.

Por cierto, sobre este tema, están saliendo muchas publicaciones colocándonos algún TE de oferta antes del cierre del plazo para los traspasos. Me parece una buena oportunidad para mejorar una posición horrible (Smith está muy lejos de resultar una solución como lo fueron Uzomah o Hurst) a un precio de saldo (está claro que valoramos mucho los picks de draft, pero no nos vamos a morir por soltar una 7ª ronda si a cambio recibimos un jugador que suponga una mejora al mediocre nivel ofensivo mostrado hasta el momento).

Pero además de proteger el pase, tampoco estaría mal que los TE contribuyesen al juego de carrera, quizá ejerciendo funciones de fullback para abrir paso a los corredores (perdón, quiero decir EL corredor, porque la rotación en el backfield es inexistente). Aunque quien más puede ayudar en este campo es el propio Mixon. Mejorando su visión de juego, intentando no ir al suelo en cuanto le tocan, o explotando su aceleración. Transcurrido un tercio de competición, apenas lleva un miserable touchdown, y su carrera más larga ha sido de 22 yardas. Su porcentaje de yardas por carrera es un triste 3,8 (26º entre los RBs de la liga). Entiendo lo incómodo de sentar a un líder del vestuario, pero si no funciona en el campo, hay que dejar paso a que otro lo intente mejorar. El año pasado funcionó cuando tuvo que entrar Perine por su lesión. Este año no lo sabemos porque la aportación de los suplentes es meramente testimonial. El football es una actividad profesional, no un grupo de amigos que se junta para echar una pachanga.

Que Taylor ate su destino a Mixon puede resultar tan contraproducente como hacerlo con Callahan o Pollack, sin duda, los dos coordinadores más cuestionados, aunque Hill (RBs) y Casey (TEs) tampoco deberían irse de rositas. Es hora de hacer cambios. Si no de personal, al menos de sistema. Debemos añadir variantes a nuestro plan de juego porque los rivales nos tienen bien estudiados y es necesario sorprenderles.

Por ejemplo, cuando doblan la vigilancia sobre Chase, nos meten en problemas. Sobre todo, cuando por la lesión de sus costillas (o por su cabeza llena de los pájaros que le ha metido Mulugheta por su próximo contrato millonario), Higgins no está contribuyendo como acostumbraba. Boyd tampoco está al nivel de campañas anteriores, y es cierto que la lesión de Charlie Jones (sigue todavía en IR) ha resultado inoportuna. Pero hay otras alternativas en plantilla, como Irwin y Iosivas (o incluso Pryor desde el equipo de prácticas) que han respondido cuando se les ha dado cancha.

Para este partido vamos a necesitar abrir mucho el campo. Cuanto más personal deba dejar 49ers en cobertura, menos efectivos podrá destinar a la presión. Deberíamos alinear de continuo formaciones con 3 ó 4 receptores, o destinar buena parte del tiempo a Mixon en esta función, sacándole del backfield antes de arrancar la jugada. Está claro que, si queremos hacer daño a San Francisco, debe ser por vía aérea. La defensa terrestre de los mineros es la 3ª mejor de la liga (así que olvidémonos de producir por aquí), pero contra el pase es la 16ª. Siempre es fundamental Burrow, pero mucho más lo será el domingo. Él mismo también ha estado en cuestión toda la temporada, y seguro que querrá demostrar a sus detractores que no ha perdido su toque. Entre su clara mejoría física, y su capacidad mental para las grandes citas, espero lo mejor de nuestro #9.

Nos llenan de satisfacción las declaraciones de Burrow confesándose ya al 100%, pero si la línea ofensiva no es capaz de ofrecerle la adecuada protección, tampoco servirá de mucho (foto: Bengals.com)

En defensa

El ataque terrestre de San Francisco es el 7º de la liga. Nuestra defensa en este apartado es la 29ª. Si además, su corredor es McCaffrey, quien si no fuera por no ser QB estaría valorado para ser el MVP de la liga, las posibilidades de frenar a 49ers por esta vía se complican mucho. Pero tengamos en cuenta una cosa: McCaffrey solo no va a ganar el partido. Nos puede hacer 140 yardas y 2 TDs, sí; pero si no somos capaces de remontar 14 puntos es que no merecemos vencer. Donde debemos enfocarnos es en anular a Kittle y a Aiyuk (dando por supuesto que Samuel se perderá también este encuentro).

Hay un par de factores que juegan a nuestro favor, aunque sea por razones desafortunadas. La conmoción de Purdy hace que su QB titular vaya a ser Darnold. El troyano ha ido de decepción en decepción desde que entró a la liga y, aunque es cierto que los 49ers son probablemente el equipo menos QB-dependiente de toda la liga, entrar en frío puede beneficiarnos. Anarumo debe conseguir que vuelva a ver fantasmas cuando mire a nuestra defensa.

Por tanto, necesitamos una defensa pegajosa en cobertura, que reduzca sus opciones de pasar rápido. Tan importante que estén activos los cornerbacks Hilton y Taylor-Britt, como Awuzie (esperemos que más recuperado de su rodilla, y más ágil por tanto) o Turner cuando alineen más receptores (en mi opinión, deberíamos modificar nuestra defensa base 4-2-5 a 5-2-4 para sobrecargar la línea y frenar mejor sus carreras o llevar más peligro en la presión). Me preocupa como parar a Kittle. Quizá Hill debería adelantar su posición para estar encima de él, y que sea Scott quien le cubra atrás. El ex-Ram seguro debe tener cuentas pendientes con los rojidorados.

Pero tapar bien a sus receptores es sólo la primera parte de la ecuación. Confío en confundir a Darnold, pero de poco servirá si no le encerramos en el pocket y permitimos que gane primeros downs corriendo. Habría que poner a alguien pendiente de sus evoluciones. No es Lamar Jackson, pero estamos preparados para este tipo de QB.

También servirá de poco que Hendrickson, Hubbard y Hill estén espectaculares en la presión, y que la lesión del LT Williams (el segundo factor favorable) les haga más vulnerables al passrush, si pueden permitirse correr, correr y correr en todos los downs. Hay que provocarles segundos y terceros downs lo más largos posibles. Últimamente nos están corriendo mucho por el lado de Pratt, nuestro LB más lento. Si no podemos mejorar su velocidad, deberíamos dejar al strongsafety más pendiente de esta zona. Por eso apuesto por sobrecargar el box para sellar el centro, y que tenga que salir al exterior, donde poder cazarle, si no con los LBs o los SFs, con la capacidad contra la carrera de Hilton y CTB. En caso de que utilicen a McCaffrey como receptor, la habilidad de Wilson en cobertura puede ser un factor determinante.

No descubro nada diciendo que las posibilidades de salir victoriosos de la bahía de San Francisco dependen de nuestra capacidad defensiva. 49ers es un equipo con mucho talento, pero en cuanto se ha enfrentado a defensas contundentes lo ha pasado mal. No podemos permitirnos un duelo de pistoleros con nuestra inoperancia en ataque, así que hay que forzar a que el partido se decida en un marcador de pocos puntos.

Está pasando bajo el radar, pero la campaña de B.J. Hill está siendo excelente. Ya ha igualado la marca de sacks del año pasado (3), y está en progresión para tener la mejor temporada de su carrera (foto: Bengals.com)

El rival

Tras un arranque avasallador, con buenas victorias y mejor juego, los 49ers se han visto frenados en las últimas dos jornadas. Es la excusa típica, pero las lesiones han tenido gran influencia. Samuel y McCaffrey no pudieron terminar en Cleveland. El receptor sigue sin estar disponible, y además, en Minnesota cayeron Williams y Purdy. No cabe duda que perder al QB, al LT y al mejor wide-receiver, impacta sobremanera sobre cualquier equipo.

No obstante, San Francisco (5-2) todavía conserva una ligera ventaja sobre Seahawks (4-2) en su división, donde no debería tener problemas para imponerse. Tampoco para entrar en playoffs en una conferencia donde salvo Eagles, en gran estado de forma, sólo los irregulares Lions parecen poder hacerles frente. Vuelven a San Francisco tras dos derrotas consecutivas. Es muy difícil que ante su público no se conjuren para evitar la tercera.

Su gran estrella es McCaffrey. El talentoso runningback es un arma mortal con el balón en las manos, como demuestra su increíble racha de 16 partidos consecutivos anotando al menos un touchdown. Pero aunque ha demostrado su compromiso jugando con una lesión abdominal, no es un corredor con el físico para soportar el peso del juego terrestre de un equipo durante una temporada completa. Necesita rotación o acabará petando. Aquí puede estar nuestra ventaja, en la esperanza de que no puedan darle demasiados toques de balón.

Pero el peligro no termina aquí. Kittle es, junto a Kelce, el mejor TE de la competición (y ya sabemos lo mal que se nos da defender a este tipo de jugadores). Aiyuk es un receptor escurridizo, y Jennings puede ponernos en apuros en recepciones contestadas. Y sobre todo, detrás de ellos está la gran mente ofensiva de Kyle Shanahan (son la 7ª ofensiva en yardas de la NFL, mientras que la nuestra es la última). Han llegado 28 veces a la red-zone rival (solo 13 nosotros), donde han conseguido 19 TDs (3ª mejor marca de la liga). Es muy difícil pararles ahí. Hay que concienciarse en hacerlo antes, y esperar que su kicker, el rookie Moody, mantenga su escasa efectividad más allá de las 40 yardas (4 de 7).

Si hablamos de la defensa, es hacerlo de las mejores del campeonato. Concretamente, la 8ª. Por descontado, el jugador más destacado es el DE Bosa, pero tampoco podemos perder de vista al DT Hargrave (3 sacks). Por detrás, en la línea de linebackers de su formación 4-3, destacan Greenlaw y Warner, tan contundentes contra la carrera como hábiles en cobertura. Mucho cuidado también con su secundaria. Los CB titulares, Lenoir y Ward llevan 2 intercepciones cada uno, y son un peligro para los QBs (son el 2º equipo con mejor diferencial de turnovers). Quizá Burrow podría explotar esta agresividad hacia el oval para castigarles a sus espaldas. Tampoco perdamos de vista a los safeties Hufanga y Gipson. Este último muy veterano (33 años) seguro que querrá cobrarse viejas deudas de su paso por Browns.

Estén mejor o peor, tener un jugador como McCaffrey les convierte en peligrosos siempre (foto: Sports Illustrated)

La clave

Un partido contra 49ers no es un partido más. Años de partirnos la cara en el campo y en redes sociales llevan a que este sea un partido de rivalidad a la altura de los de Steelers. Por eso, la actitud, las ganas de ganar, de demostrar quien es “el big dog”, serán clave para llevarse la victoria. Podrán ganarnos en talento, en ingenio desde la banda, pero lo que nunca puede pasar es que nos ganen en intensidad. Por primera vez en el año, no somos favoritos para ganar el encuentro (lo son ellos por 3,5 puntos), y debemos emplear toda esta energía de “underdogs” en hacer ver a los entendidos cuánto se equivocan.

Si recurro a enarbolar la bandera de los sentimientos es porque, francamente, no creo que, sin cambios radicales, nuestro ataque pueda imponerse a su defensa. Y si veo algo parejo el duelo entre su ofensiva y nuestra defensiva es por sus bajas. No creo que vayan a pasarnos por encima, pero tengo que ser sincero y reconocer que soy pesimista en cuanto al resultado. Ahora bien, si de esta derrota salimos como un equipo unido, que ha competido, y que empieza a parecerse al de años anteriores, puede ser, paradójicamente, una derrota que nos haga más fuertes para afrontar el resto del campeonato sin hacer prisioneros.

Este año hemos ganado todos los partidos contra la NFC Oeste. Va a ser complicado mantener la racha, pero es de los pocos datos positivos a los que podemos aferrarnos. Otro podría ser que, aunque Taylor lleve un 2-3 tras bye (incluyendo la super bowl), en temporada regular ha ganado los dos últimos. Pero sin duda, lo más positivo es que este domingo volvemos a cruzar nuestros corazones por una ilusión, por una afición que nos une. Ya no vamos a descansar más hasta la semana previa de la Super Bowl. Who Dey!

La situación es desesperada, pero no grave, como diría el filósofo. No estamos como nos gustaría, pero aún podemos remontar. Lo que está claro es que sólo vamos a salir del túnel si nos mantenemos unidos (foto: Bengals.com)

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