Bengals 2023Previas

Previa Bengals-Rams 2023

Si la semana pasada estábamos en modo emergencia, en esta ocasión el estado es de alerta máxima. DEFCON 1. Si con un balance de 0-2, y dos derrotas divisionales, ya se nos complican mucho los objetivos, no os quiero contar lo que pasaría de ponernos 0-3. Podemos pasar de un Burrow que “no está bien”, a un Burrow que simplemente “no está”. Contra Baltimore no sólo perdimos un partido, sino que, con la recaída de la lesión de la pantorrilla, puede hacernos estar sin nuestro guía durante unas cuantas semanas. Nuestro ataque apenas se mueve sin la amenaza profunda de nuestro quarterback, o sin la capacidad de prolongar jugadas, o incluso corriendo él mismo en busca del primer down. Con esta limitación ofensiva, la defensa hace lo que puede, ya que le toca bregar durante buena parte del encuentro sin apenas respiro.

En el caso de no poder contar con Burrow, todo cambia drásticamente. O no. En mi opinión, debemos transformar radicalmente nuestro plan de juego, con Burrow o sin él, ya que, en sus condiciones físicas actuales, tratar de mantener inalterable lo que llevamos haciendo los últimos años es un completo disparate. Contra todo pronóstico, fuimos capaces de ganar a Pittsburgh en un inolvidable Monday Night Football con “sonrisasFinley a los mandos. Creo que deberíamos volver a aquel plan de juego. Agresivos en defensa y conservadores en ataque. Nuestros entrenadores deben demostrar que su trabajo no sólo consiste en poner el balón en las manos del #9 y que éste haga su magia. A veces, y éste es el momento, hay que recurrir a un plan “B”; y si no se tiene, entonces lo que está en cuestión es la idoneidad de los técnicos actuales para las expectativas de la franquicia.

Y al frente de estos técnicos, un Zac Taylor ante un reto con muchas connotaciones personales. Sobre todo, por la situación del equipo, pero también por el rival. Se enfrenta a Sean McVay, el headcoach que le dio la oportunidad de entrenar al más alto nivel en los Rams entre 2017 y 2018, primero a los receptores y después a los quarterbacks. Y a quien no ha sido capaz de ganar en sus dos enfrentamientos previos: el partido de Londres de 2019 (derrota 24-10 con algunos amigos de La Jungla presentes en el encuentro) y la más dolorosa, la del Super Bowl LVI de 2021. Aparte de él, sólo nuestro nuevo Strong Safety Nick Scott ha defendido los colores de ambas escuadras.

Como decía, el recuerdo más reciente es también el más doloroso. Os prometo que lo he intentado un par de veces, pero he sido incapaz de volver a ver aquella Super Bowl. Todavía está fresca la herida, y la cicatriz no termina de cerrar. Me pueden vender de la historia de que los jugadores son profesionales, y éste no es más que otro partido más… pero si tienen sangre en las venas no debería serlo. Ganar el lunes no nos va a devolver los trozos de ilusión perdidos aquel día; pero al menos serviría para convencernos, por si no lo estuviéramos ya, de que no estuvimos tan lejos de salir victoriosos. Por lo demás, el balance en temporada regular nos favorece 8-6, y en casa no hemos perdido contra ellos desde el siglo pasado (1999). El último partido de liga fue el citado en Londres, cuya derrota supuso la destitución como QB titular de Dalton, en el día de su cumpleaños.

Por la importancia del partido, no podía haber llegado en mejor momento el “White Bengal”. La noche en que todo el estadio se viste de blanco para recibir como se merece a nuestros jugadores enfundados en la piel de tigres albinos. Casco blanco, camiseta blanca, pantalón blanco, medias blancas. Nunca hemos perdido con esta combinación (sólo la hemos vestido en dos ocasiones). Es además la noche en que rendiremos su merecido tributo a dos leyendas como Boomer Esiason y Chad Ochocinco, cuyos nombres quedarán ya para siempre en nuestro anillo de honor. Esperemos que la climatología acompañe, porque se esperan cielos nublados, con alguna pequeña probabilidad de lluvia, ligero viento de 13 km/h, con una temperatura de 16ºC y una humedad del 73%.

Una noche importante a la par que emotiva, que nos pillará en España en la madrugada del lunes al martes, a las 2:15. Horario más benévolo en Argentina (9:15 de la noche del lunes) y más aún en México (6:15 de la tarde del lunes). Al menos no nos televisa Movistar+ (que suele sernos gafe), ya que prefieren dar el Buccaneers-Eagles de una hora antes. Nuestro último MNF, en casa ante Bills, acabó prematuramente con la lesión de Hamlin, esperemos que esta vez no haya ningún incidente, porque vaya racha lleva (Murray, Hamlin, Rodgers, Chubb,…).

Los árbitros no estuvieron muy afortunados el domingo pasado (por decir algo suave). Esperemos que John Hussey tenga una mejor noche. Este representante de ventas logísticas, natural de Huntington Beach (California), copropietario de una tienda de venta de coches de segunda mano y fundador de una organización para la protección animal llamada Cuddly (https://cuddly.com/), tiene un record favorable a nuestro equipo cuando nos arbitra (5-3). La última vez fue el partido de temporada regular ante Chiefs del año pasado. Es un árbitro que deja jugar bastante (el tercero con menos pañuelos en 2022), pero con mucha atención a las trincheras, siendo sus faltas más penalizadas las salidas falsas, holdings ofensivos y la violencia innecesaria.

Serán necesarios muchos días (y muchas más noches) para olvidar que Chase estaba desmarcado en la última jugada de la Super Bowl LVI, y que si Burrow hubiera estado sólo un poco mejor protegido, ahora tendríamos un trofeo Lombardi en nuestras vitrinas (foto: youtube).

En ataque

Chase ha reclamado más pases largos. Y, aunque no le falte razón, va a ser difícil con Burrow en tan lamentables condiciones físicas, ni mucho menos si al final tiene que jugar Browning. Este ha sido un problema recurrente los dos últimos encuentros, ya que, sin la amenaza de poder pasar profundo, las defensas podían centrarse mucho más en sobrecargar el box y la zona media, dificultando la labor de corredores y receptores. Por esta razón, creo que habría que mantener viva esa opción, aunque el pase termine siendo incompleto, simplemente para generar inquietud en la defensa. Con una vez que funcionase, dada la habilidad de Chase o Higgins, sería suficiente.

Sin embargo, hay que ser realistas, y asumir que debemos preparar una ofensiva sin esta alternativa. Si no podemos ganar 20 yardas de una tacada, habrá que ir poco a poco. En esta situación, hay que evitar a toda costa penalizaciones (holdings, salidas falsas, formaciones ilegales,…) que nos retrasen lo que con tanto esfuerzo nos cueste ganar. Más que nunca, la línea ofensiva debe apretar los dientes para aplastar la defensiva rival y pavimentar el paso de nuestros corredores. El QB, ya sea Burrow o Browning, se tiene que desprender del oval en cuanto detecte la más mínima opción de sack, ya que no nos podemos permitir downs largos.

Siempre hemos defendido que el football es una cuestión de actitud, y muchas veces gana quien más ganas tiene de hacerlo. Nosotros debemos ser ese equipo. Mixon debe convertirse en la piedra angular del ataque, y dejar de especular con el big-play para conseguir muchas small-plays. Tiene que dejar de bailar y percutir con determinación. Acelerar en cuanto tenga un hueco para romper el placaje. O incluso si no lo tiene. No se puede dejar placar tras la línea de scrimmage. Y si se cansa, alternar con Brown. Necesitamos saber de qué pasta está hecho el rookie. Podemos tener una gema y no saberlo.

En cuanto a los pases, deben ser rápidos y precisos. Si Smith tiene problemas con los drops, pasar página y probar con Sample o Wilcox, pero en estas situaciones, un tight-end que sea capaz de convertirnos terceros downs es fundamental. Somos el 2º equipo de toda la liga cuya ofensiva sufre más 3 y fuera, y debemos revertirlo para conseguir que la defensa no llegue exhausta al final del partido para poder generar las jugadas que les pedimos. Del mismo modo, de nuevo el jugador fundamental vuelve a ser Boyd, pero las ayudas desde el slot del resto de receptores pueden ser muy eficaces para que las secundarias no sepan bien a quien vigilar.

Otra opción interesante pueden ser las formaciones bunch, o mandar en largo a los receptores para despejar el camino en un pase corto a Mixon sobre el lateral. Puede resultarnos desesperante, pero en nuestras circunstancias, cualquier ganancia de yardas, aunque sea mínima, es bienvenida. El ataque debe intentar mantenerse en el campo todo el tiempo posible, para que sea capaz de activarse. Y si no avanzamos demasiado, tres puntos también no vienen bien gracias al cañón de McPherson.

Insistir en una ofensiva que, bien por la lesión de Burrow o por la falta de alternativas de Taylor y Callahan no funciona, es un tremendo error. Hay que cambiar el chip, y aprovechar todas las alternativas que, afortunadamente, una plantilla tan talentosa como la nuestra nos permite aportar.

Necesitamos al Mixon de las grandes ocasiones, no al que rehuye el contacto y sólo se ceba ante equipos débiles para maquillar sus estadísticas generales (foto: bengals.com)

En defensa

Hemos reforzado nuestros passrushers con la primera elección del draft 2023 para conseguir contra Ravens un total de… cero sacks. Algo no está funcionando. Nuestros jugadores llegan a romper la línea rival, pero no terminan de culminar la jugada, y el QB rival se les escurre como pastilla de jabón en ducha carcelaria.

No hay QB, por malo que sea (y Sttaford no lo es) que si le dejas tiempo no termine completando el pase. Al menos, ésta vez no deberán preocuparse tanto de su movilidad, ya que sus características son distintas a las de Watson o Jackson, por lo que con más razón, será fundamental finalizar las jugadas. Eso sí, su precisión es bastante superior, por lo que los marcajes de nuestros defensive-backs deberán ser más estrechos cuando se emparejen en individual, y los safeties (habrá que ver si Scott es de la partida o no. en cuyo caso seguramente Battle sería su relevo) estar más atentos a acudir a ayudar en coberturas zonales.

La semana pasada comprobamos que Awuzie no parece estar aún al 100% tras su lesión. De hecho, no participó en todos los snaps, y el novato Turner entró en el 30% de las jugadas. Importante que el rookie vaya adquiriendo experiencia, porque Chido termina contrato este año, y no está claro si volverá, habida cuenta de las otras renovaciones pendientes. Importante también la aportación de Hilton desde el slot, ya que suele ser una posición que Rams suele castigar bastante.

Como de costumbre, nuestra formación base será la 4-2-5, con en principio todos los titulares listos para la acción excepto el citado caso de Scott. Puesto que la ofensiva de Rams es muy similar a la nuestra, les va a tocar a los linebackers Pratt y Wilson estar pendientes de las evoluciones del TE Higbee y el RB Williams cuando salgan como receptores, porque el resto de la secundaria estará bastante ocupada. Aquí es donde más peligro pueden tener los angelinos, ya que por vía terrestre no son, ni de lejos, tan amenazantes como los otros dos equipos a los que nos hemos enfrentado.

Donde debemos estar especialmente activos es en la defensa de la zona-roja, ya que los Rams son el equipo con el mejor porcentaje de la NFL cuando llegan ahí (6 posesiones: 5 TDs y 1 FG). Si no podemos confiar en la productividad de nuestro ataque, la defensa tiene que poner el máximo empeño posible en minimizar las anotaciones visitantes, porque si no, el partido estará totalmente fuera de nuestro alcance.

La semana pasada, tal como hizo Watson la anterior, Lamar Jackson se movió a su antojo sin que fuésemos capaces de atraparle. Sin una presión más eficaz, nuestra secundaria va a sufrir mucho (foto de Katie Stratman para USA TODAY Sports)

El rival

Muchos cambios con respecto al equipo al que nos enfrentamos en la Super Bowl. Ya no está el recordado Whitworth, pero su línea ofensiva sigue siendo buena, y sólo concedió un sack ante los 49ers. Matthew Sttaford es el tercer QB de la liga en yardas de pase, y para un equipo que tiene lesionado a su principal estrella, Cooper Kupp, son muy buenas cifras. Está causando una inesperada sensación el wide-receiver novato Puka Nacua. El domingo pasado rompió el record de recepciones para un novato en un partido (15), el de recepciones en un lapso de dos partidos, y el primero en tener dobles dígitos en yardas y recepciones en cada uno de sus dos primeros partidos jugados en la liga. Supongo que le tocará a Taylor-Britt su marca, así que ya puede ir poniéndose las pilas.

Los 4 TDs del ataque de los carneros tienen un nombre: el del RB Kyren Williams (3 de carrera, 1 de recepción). Puede no ser una amenaza como corredor puro, pero es tremendamente eficaz, y lo más importante, se ha ganado la confianza de técnicos y QB.

Los Rams lideran la liga en conversiones de terceros downs (un 58%, 18 de 31). Para poder hacerles daño debemos bajar este porcentaje de acierto.

En defensa, es inevitable destacar a Aaron Donald. Aunque de momento su impacto está siendo discreto, su peligro es latente en cada jugada. Esta presión ayuda mucho a su secundaria, que es la 5ª de la liga que menos yardas aéreas concede (150,5 por partido). Contra la carrera son algo más vulnerables (24º de liga), por lo que deberíamos enfocarnos en castigar su punto débil. Igualmente, debemos afinar mucho cuando lleguemos a su red-zone. De las 7 veces que les han llegado, les han anotado en todas, pero solo concedieron 4 TDs.

Nacua ha sorprendido a toda la liga con su sorprendente rendimiento. El rookie de 5ª ronda es actualmente segundo de la NFL en yardas de recepción, encajado entre dos monstruos como Justin Jeffferson y Tyreek Hill (foto: NFL.com).

La clave

El espectacular ambiente que se espera para la noche del partido debe llevar en volandas al equipo hacia su primera victoria de la temporada. El ruido tiene que ayudar a generar salidas falsas al rival; pero debemos evitar los “booooo” de desaprobación si nuestro ataque se vuelve a atascar. Hay que estar más que nunca todos a una con el equipo. Ya habrá tiempo de criticar más adelante. Y esto incluye tanto a los espectadores del estadio como a los aficionados de fuera.

Pero no cabe duda de que algo debemos cambiar. Es absurdo esperar resultados distintos repitiendo lo mismo. Aparte del estado de Burrow, los rivales ya nos tienen tomada la matrícula, y es necesario sorprenderles de alguna manera. En la Super Bowl LVI, Mixon convirtió un TD de pase a Higgins. Algo de imaginación para desatascar no estaría mal.

En defensa, necesitamos más big-plays. Buena parte de responsabilidad en la victoria de 49ers ante Rams del pasado domingo la tuvieron los turnovers que fueron capaces de recuperar, y ésta es la línea a seguir. Forzarles a que arriesguen en el pase. Atacar al portador del balón para que lo suelte. Pero sobre todo, presionar a su quarterback; si no con la línea, con blitzes desde la secundaria, bajando Hubbard a cubrir el hueco que dejen.

Ahora mismo, creo que los Rams están más entonados que nosotros, así que debemos tener paciencia. Si tenemos problemas para anotar, intentar ir a un partido de pocos puntos. Prolongar todo lo posible las posesiones ofensivas, y protegernos atrás para evitar que nos avancen rápido. Por supuesto, si volvemos a tener ayuda de los equipos especiales (el domingo volvimos a anotar de retorno de punt una década después) estaría fenomenal.

Como soy un optimista, voy a decir que ganamos 17-14. Pero sigo con malas vibraciones con respecto a los nuestros. Ahora viene probablemente la parte menos complicada del calendario, y no podemos seguir con más “partidos de pretemporada en plena temporada”. Espero llevarme una alegría cuando el martes me suene el despertador para ir a trabajar.

De una forma o de otra, el resultado del partido va a pasar por la salud de Burrow. Si termina jugando, su movilidad será aún más reducida, por lo que de la capacidad de nuestra línea ofensiva para protegerle pasarán nuestras posibilidades de victoria y, más aún, de no tirar por la borda la temporada en apenas la tercera jornada (foto: DAZN)

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