Bengals 2023Previas

Previa Bengals-Ravens 2023

Solamente es la segunda jornada, y ya estamos en modo emergencia. Nuestro hábitat habitual. La derrota en Cleveland, más por la forma de producirse que por el resultado en sí mismo, nos obliga a un importante cambio de cara para el próximo domingo, a las 7 de la tarde en España, 11 del mediodía en México, 2 de la tarde en Argentina, ante los Baltimore Ravens. Nuestro rival divisional, sin hacer tampoco un partido maravilloso, al menos solventó con soltura su enfrentamiento ante Texans, y encabeza la AFC Norte junto a Browns.

Si el panorama deportivo se presenta nublado, de igual forma lo hace el meteorológico, ya que se esperan nubes, quizá algo de lluvia, rachas de vientos de hasta 15 km/h, con una temperatura de unos 22ºC, pero una humedad que rondará el 70%. Vestiremos con nuestra tradicional camiseta negra combinada con pantalón blanco y calcetines negros, y como es el debut liguero en el Paycor Stadium, habrá la interpretación del himno nacional a cargo del cantante country Gary LeVox (nada que ver con el partido político de similar apellido) y el “rule the jungle” estará a cargo de A.J. Green, quien siempre despierta sentimientos dispares en nuestro grupo.

Si ya de por sí un partido divisional eleva las pulsaciones de todo el mundo, si sumamos lo ocurrido en el pasado wildcard, la tensión va a saltar desde el calentamiento. En una eliminatoria muy ajustada, resuelta por el inolvidable “fumble in the jungle” de Hubbard, los Ravens mostraron saber cómo pararnos. No es de extrañar, ya que Baltimore domina la serie histórica de enfrentamientos entre ambas franquicias por 28 a 27, aunque eso sí, la única vez que nos hemos enfrentado a ellos en postemporada fue en la citada victoria del curso pasado. El último enfrentamiento en temporada regular en Cincinnati fue la última jornada de la temporada 2022, donde les ganamos en un partido que ellos jugaron con muchos suplentes.

Hay caras conocidas en uno y otro bando, pero sin duda, la coincidencia más interesante será la de los hermanos Hill: Dax, nuestro safety, y Justice, su runningback. El resto de jugadores que han estado en ambas escuadras no coincidirán sobre el césped. Orlando Brown, nuestro LT, fue drafteado por los Ravens, así como nosotros seleccionamos en el draft a su RG Kevin Zeitler. El otro jugador que ha vestido ambas camisetas es su tercer QB, Josh Johnson, de quien no se espera que coincida en el campo con nadie. En los banquillos, su analista de plan de juego, James Urban, estuvo en Cincy entrenando receptores, mientras que nuestro coordinador de equipos especiales, Justin Simmons, tiene pasado córvido.

Nos arbitrará Shawn Hochuli, el hijo de Ed Hochuli, a quienes los más jóvenes ya no recuerdan, pero fue uno de los árbitros más carismáticos de su época. Su vástago (gestor de patrimonio en Phoenix, Arizona) en cambio, no parece dotado con sus virtudes. Le gusta ser el centro de atención y pita numerosas faltas (el año pasado fue el segundo equipo arbitral que lanzó más pañuelos), siendo la interferencia de pase defensiva su favorita. Aunque es árbitro principal desde 2018 sólo nos dirigido en 3 ocasiones, con un balance negativo de 1-2. La última vez, en la derrota del partido inaugural del año pasado ante Steelers.

El llamado “fumble in the jungle”, el retorno de fumble de 98 yardas de Sam Hubbard en la pasada edición del wildcard contra Baltimore, será sin duda una de las jugadas históricas que siempre quedará en nuestra retina (foto: youtube)

En ataque

Normalmente me suelo explayar más en las introducciones, pero el estado de nuestra ofensiva es tan calamitoso, que he preferido ahorrar ahí para pediros paciencia ante el ladrillo que se avecina ahora.

Burrow no está bien. No sé si es falta de confianza en la rodilla, o escasez de rodaje, pero el domingo pasado no fue ni la sombra del jugador que es. Impreciso, sin su acostumbrada movilidad, sin la habitual capacidad para seguir las progresiones hasta encontrar la mejor opción… Podemos achacarlo a la línea ofensiva, pero incluso las pocas veces que tuvo el pocket limpio, tampoco fue capaz de conectar buenos pases. Por su carácter, seguro que está muy enfadado consigo mismo, y Baltimore es un equipo al que siempre le tiene ganas. Pero hará falta algo más que actitud para recuperar en apenas una semana todo el tiempo perdido.

Esperaba más de la línea ofensiva. Sin duda, el passrush de Browns es de los mejores de la liga, y el marcaje individual de la secundaria provocaba que Burrow no se pudiera deshacer rápido del oval, pero los vi superados en demasiadas ocasiones. En la carrera, salvo un par de honrosas excepciones, tampoco aportaron excesiva ayuda. Hace un par de días nos hemos enterado del corte del RT La’el Collins, por lo que, si ya antes recriminábamos el déficit de soluciones desde el banquillo, ahora este problema se acrecienta. En estos dos últimos años, la línea ofensiva ha sido de largo la unidad más reforzada (Karras, Cappa, Collins, Ford, Brown…) y no vemos que Pollack haya logrado los resultados pretendidos.

La posición de tightend es más débil de lo que imaginábamos. Irv Smith no mejora a Sample, lo cual es mucho decir. No sólo se dejó caer pases atrapables (con la consiguiente pérdida de confianza en él para jugadas de tercer down), sino que dejaron mucho que desear en situaciones de protección, ante la línea en formaciones abiertas de Browns, que presionaba desde el exterior de los tackles. No sacaron partido de las lagunas que la defensa marrón dejaba en la zona central cuando los WR bengalíes se iban en profundo arrastrando a sus marcadores. Aunque aquí, quizá las críticas haya que dirigirlas más a los entrenadores.

Los wide-receivers estuvieron muy poco afortunados. En especial Higgins, que tras proclamar su deseo de convertirse en WR1 se marchó de vacío. No es precisamente lo que un equipo espera de alguien en quien invertir un importante capital. Chase destacó más por su “bocachanclismo” que por sus intervenciones. Los pases que recibieron no fueron en las mejores condiciones, pero en ninguno de ellos habían conseguido superar el estrecho marcaje de los cornerbacks de Browns. Si nuestro supuesto mayor potencial es tan fácilmente neutralizado por una secundaria “normal”, se me antoja que vamos a tener un serio problema si desde la banda no se implementan rápidamente soluciones. Si seguimos haciendo lo mismo de los últimos años, es normal que el resto de equipos de la liga nos tengan tomada la medida.

Quizá los corredores fuesen lo único medianamente salvable. Un par de carreras de Mixon lograron buena ganancia, pero en las otras 11, el promedio fue de 2 míseras yardas. Creo que, aparte de que Mixon cada vez es un runningback más vulgar, tampoco se confía mucho en esta vía para ganar yardas, pese a que Burrow claramente no estaba para llevar el peso de la ofensiva. El mismo Evans tuvo más éxito, pero sólo le dieron dos carreras. No así Williams, otro jugador al que se le notó la falta de rodaje, razón por la que no entiendo que no se le diera una oportunidad al novato Chase Brown. Es difícil saber si la carrera no funciona porque no lo intentamos más, o no lo intentamos porque no funciona, pero sin variantes en nuestro plan de juego, nos estamos convirtiendo en uno de los ataques más previsibles de la liga, atados ineludiblemente a que Burrow tenga el día.

Esto nos lleva a poner el foco en los entrenadores. Jim Schwartz, el coordinador defensivo de Browns, le ganó completamente la partida a Taylor y Callahan, sorprendidos y desbordados por las formaciones y eficacia defensiva de los de Cleveland y, lo que es peor, sin los consabidos ajustes del descanso. Mal planteamiento de Callahan, y pésima elección de jugadas de Taylor. Nuestro entrenador es un gran gestor de la plantilla, pero para las expectativas del equipo, es necesario algo más que un simple “¡vamos, chicos!”. Es decepcionante ver la cantidad de talento que tenemos sobre el césped, y el escaso aprovechamiento que hacemos. Ya vimos en pretemporada lo que nos costaba llega a la red-zone rival. Ahora ya no hay, o no debería haber, ninguna excusa.

Porque el mal estado de Burrow no es excusa, también es responsabilidad suya. Por supuesto, nadie tiene la culpa de que se lesionara durante el training-camp, pero sabiendo que no estaba al 100% (como ya anunció Chase), si no estaba para jugar debían haber alineado a Browning (u otro QB suplente mejor formado que él) y plantear el partido en base al mejor QB disponible.

Joe Burrow (14 de 31 para apenas 82 yardas) hizo el peor partido de su carrera, algo que suele ser una preocupante constante ante Cleveland (foto de David Richard para AP Photo).

En defensa

De nuevo, la defensa salvó los muebles (y eso que perdimos por 21 puntos), porque el desastre podría haber sido de proporciones bíblicas. De todas formas, estar mejor que el ataque tampoco tuvo mucho mérito. Se hicieron buenas jugadas, pero hay margen de mejora. 

Empezando por la línea defensiva, me gustó la presión ejercida. B.J. Hill muy activo, y los rushers, incisivos. Les sigue costando terminar las jugadas, porque es una pena que Watson se les “escapase vivo” en jugadas donde habían conseguido penetrar en el backfield. El novato Murphy apenas intervino en 13 snaps. No digo que el rookie, aunque sea de primera ronda, deba ser titular, pero dado que por él dejamos pasar otras opciones que nos hubiesen venido muy bien (como un buen tight-end), sí que me gustaría que tuviese un mayor impacto.

Contra la carrera, ya fue otro cantar. Sabiendo que era éste el fuerte de Browns, aun así nos cascaron más de 200 yardas por esta vía. También me parece que, en este sentido, andaban un tanto bajos de forma (a lo de hacer descansar a todos los titulares en pretemporada habría que darle una vuelta). Por suerte, tanto Pratt como Wilson estuvieron muy activos apareciendo desde la posición de linebackers, incluso forzando un fumble el primero y consiguiendo un sack. En cambio, Scott se vio desbordado como strong safety, llegando tarde y sin contundencia a los placajes. Vamos a darle un margen de confianza, o rezar para que el novato Battle, otro infrautilizado, acelere su adaptación a la NFL.

En secundaria, por tanto, no hicieron falta grandes alardes. Cleveland supo adaptarse mejor a lo requería el encuentro, consciente de que Watson andaba muy errático en sus pases. TaylorBritt confirmó las sensaciones dejadas el año anterior. No así Awuzie quien, entre que volvía de lesión y que fue necesario sobrecargar el front-seven ya que Cleveland no solía alinear mucho receptor, tuvo un partido regular, pese a recuperar un fumble. Hilton, por su parte, sólido, como acostumbra. El ataque de Browns no nos buscó demasiado las cosquillas en profundo (nuestros rivales están viendo que sacan más rendimiento aprovechando los huecos en la zona media, cuidado con esto), por lo que Hill no se vio demasiado comprometido. Eso sí, hay que destacar su concentración para interceptar un pase horrible de Watson (muy forzado por nuestra presión).

El próximo domingo, sospecho que Ravens va a emplear una táctica similar. La diferencia es que Lamar Jackson es más peligroso con las piernas si logra eludir la presión, y tiene algo más de precisión. Aunque no jueguen Dobbins y puede que tampoco Andrews, van a seguir sobrecargando la carrera con Hill y el pase corto al tightend con Likely. Todo esto para atraer a la defensa y entonces golpear en largo con el novato Flowers, o incluso con Odell Beckham, ahora en un papel claramente secundario, pero a quien no se le ha olvidado atrapar balones.

Como digo, no creo que haya que cambiar mucho la estrategia, tan solo mejorar la ejecución. Hay que estar más pendientes de las escapadas del QB, por lo que no podemos economizar en defensive backs, con la velocidad y seguridad suficientes para que las carreras de Jackson no sean una opción. Pero también debemos hacernos fuertes parando la carrera, para sacarles de su zona de confort y obligarles a pasar, donde se encuentran más incómodos. Dado que me parece que Hill está mejor dotado para la cobertura de tightends que Scott, es posible que veamos más intercambios profundo/box entre ambos.

Como no me quiero engañar esperando un cambio radical del ataque, prefiero confiar en que la defensa nos permita estar en condiciones de ganar este partido tan importante (remontar un 0-2 en la división sería muy complicado).

Contra Ravens es fundamental forzales terceros downs largos; pero si dejamos que, como la jornada pasada, su QB lo convierta corriendo, el esfuerzo no servirá de nada (foto: Kareem Elgazzar para The Enquirer)

El rival

Baltimore es un equipo que suele ir de más a menos. Esto quiere decir que ahora mismo, pese a que aún no ha alcanzado velocidad de crucero, está en mejor estado de forma que nosotros. Su táctica, no por conocida, es menos efectiva. Machacar con el juego de carrera tanto con sus runningbacks como con Lamar Jackson, valga la redundancia, y de vez en cuando castigar con un latigazo profundo a la secundaria rival para que no se tome alegrías subiendo demasiado.

Tienen la enfermería cargada con nombres importantes. El RB Dobbins ya está en Injury Reserve y se perderá toda la temporada. El TE Andrews es cuestionable, pero es posible que debute el domingo. El FS Williams ya está descartado, y es muy difícil que lleguen a tiempo de recuperarse el C Linderbaum, el OT Stanley ni el CB Humphrey. Son bajas sensibles, pero tienen una plantilla muy compensada, y quienes le sustituyan también lo harán bien.

La identidad de Baltimore no ha cambiado a lo largo de los años y no vamos a descubrirla ahora. Defensa dura, rayando el límite, agresiva tanto en la trinchera como en el perímetro. Ataque sólido, sin precipitaciones, tomando lo que le da el rival. Formaciones pesadas para ganar yardas en primeros downs y no tener que arriesgar en terceros. Mandando profundos a los widereceivers para generar espacio en la zona media para los tightends y las carreras de su quarterback. En campañas anteriores decíamos que estábamos configurando nuestra defensa para contener a los Ravens (seguramente nuestro principal rival divisional) y debemos seguir demostrando que es así (les hemos ganado 4 de los últimos 5 enfrentamientos).

Como son viejos conocidos, quizá lo más interesante sea comentar las nuevas adquisiciones. El novato Flowers ha tenido un debut espectacular en la NFL. Tras años buscando una amenaza profunda (Bateman, Duvernay, Marquise Brown…) parece que por fin han encontrado un WR que cuadra con lo que necesitan. Tras pasar 2022 en blanco lesionado, Odell Beckham volvió a la AFC Norte, esta vez cambiando el marrón por el morado, para reencontrarse con los Bengals, el último rival a que se enfrentó en 2021, en la Super Bowl, de la que pese a ganarla no guarda buen recuerdo porque fue ahí donde se lesionó. Aunque no participara en la derrota córvida del pasado wildcard, seguro que tendrá un extra de motivación el domingo.

Otro que ha cambiado Cleveland por Baltimore (parece una constante entre ambas franquicias) es el DE Clowney. Aunque ya lejos de su “prime”, sigue siendo un rusher a quien hay que vigilar estrechamente. En la secundaria, un jugador a destacar es el cornerback ex de Colts y Raiders, Rock Ya-Sin, jugador con mejor nombre que juego, pero cuya experiencia da profundidad a una unidad que también ha sumado a Darby, procedente de Denver.

Como ya he dicho, a la consabida rivalidad divisional hay que sumar el ansia de venganza del pasado playoff. Es un partido donde la actitud y la motivación van a jugar un factor fundamental. Harbaugh, si el partido se lo permite, no va a dudar en humillarnos. Burrow ya ha manifestado otras ocasiones no sentir simpatía por los Ravens. Desde luego, ellos no van a salir a contemporizar, sino que van a empezar fuertes, tratando de poner pronto el partido de cara a sus intereses, para desquiciar después al rival forzándole a cometer errores. Sangre caliente y mente fría, esa va a ser la clave.

El novato Zay “joystick” Flowers no solo es un peligro como receptor, sino también saliendo como corredor desde detrás del backfield. Habrá que ponerle una vigilancia especial (foto: www.baltimoreravens.com)

La clave

Creo que en el párrafo anterior ya me hecho un spoiler. Estos primeros partidos de temporada, cuando la preparación de los equipos aún no está al 100%, no se ganan, sino que los pierde el rival. Es por tanto fundamental no incurrir en errores, y maximizar los que pueda cometer el contrario.

Minimizar errores no sólo significa evitar turnovers, sino estar concentrado en las recepciones (no podemos permitirnos tantísimo drop), no liarse en las asignaciones de la línea ofensiva que permitan a los rivales entrar cómodamente en blitz, que nuestros corredores percutan en el hueco y no en el culo de sus propios compañeros, no dejar grandes huecos en las coberturas zonales, no fallar placajes, culminar las jugadas de presión, evitar penalizaciones absurdas, etc.

Maximizar los errores del rival significa estar atentos a robar el balón, moverse pre-snap para buscar el emparejamiento más favorable a nuestros receptores, castigar su fogosidad defensiva con jugadas de screen, aprovechar las suplencias en su línea ofensiva para presionar con todo, utilizar a favor la presión de nuestro público para provocarles salidas falsas, …

En este capítulo, serán muy importantes los equipos especiales. El duelo de kickers entre Tucker y McPherson siempre es espectacular. Esperemos que no falle el nuestro, porque el suyo rara vez lo hace. Otro factor podrían ser los retornos, pero llevo tanto tiempo diciéndolo y sin resultados, que ya no espero nada. La novedad podría ser que, por la lesión de Evans, Charlie Jones haga tanto los de punt como los de kickoff. Por cierto, espero no se repita la sobrecarga de trabajo para el punter rookie Robbins, y que la coordinación con el LS Adomitis, y la precisión de sus patadas sean mejores que ante Browns.

Como en tantas ocasiones, mi corazón pronostica victoria bengalí, pero mi cerebro se ríe de mi ingenuidad. Aunque las casas de apuestas digan que somos favoritos por 3,5 puntos, creo que en este momento de la temporada, ellos están un poco por encima de nosotros. Lo único que espero es que salga un partido cerrado, y podamos tener nuestras opciones al final, porque como se vayan en el marcador, veo casi imposible que podamos darle la vuelta al resultado. Además, nos televisa Movistar+ (canal Deportes 5 / dial 192), que no suele darnos suerte.

Tras la derrota en Cleveland, Burrow ha optado por cambiar su imagen. Pelo más corto y fuera la cinta ochentera. ¿Será suficiente para ganar a los Ravens? (foto: IMAGN Composite)

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