Bengals 2023Previas

Previa Cardinals-Bengals 2023

Peligro. Alarma máxima. Alerta roja. De nuevo en una situación crítica. Un partido de playoffs a primeros de octubre. Viajamos a Arizona para enfrentarnos a los Cardinals el próximo domingo a las 10:05 de la noche en España, 2 de la tarde en México, y 5 de la tarde en Argentina, y de no ganar, si no eliminados de la contienda, nuestras opciones quedarían reducidas al mínimo que pueda aportamos la fe irracional.

Ya sólo me queda recurrir a lo místico, lo inmaterial. La fidelidad y confianza en este grupo es inquebrantable, pero no podemos cegarnos ante la realidad. No estamos bien. El ataque es incapaz de producir si Burrow no está a su nivel habitual. Y no lo está, por más entusiasmo que ponga en sus declaraciones, o más comprometido que esté con no dejar en la estacada a sus compañeros. Su liderazgo, innegable, por sí solo no va a permitir que se pueda mover o pasar en largo. Es un tema de motricidad, no de carácter. Sólo una línea ofensiva impenetrable podría permitirle desarrollar su juego. Y tampoco es el caso.

El primer paso para solucionar un problema es admitir que se tiene, y por lo que se desprende de sus declaraciones, parece que Taylor lo ha entendido. Es probable que todos: médicos, directivos, entrenadores, el propio Burrow,… hayan calculado mal el alcance de su lesión, creyendo que, a las malas, superando el dolor podría jugar cerca de su nivel. Ya hemos visto que ésta no es la solución. Dado que, a estas alturas, y con lo que tenemos en juego, la opción de dejarle descansar no está sobre la mesa, toca a los técnicos encontrar la manera de intentar ser productivos con un QB inmóvil e impreciso. Aquí es donde se van a ver realmente sus talentos o sus carencias.

Pero si nos centramos en el quarterback, estaremos dejando de ver la magnitud completa del problema. La línea ofensiva, en la que tenemos invertida gran parte de nuestro capital, no ofrece la seguridad que debería. Que Jonah Williams sea el jugador mejor valorado no sé si es buena o mala noticia. Del mismo modo, los receptores deben dejar de cometer drops. Poco podemos esperar de unos tight-end de saldo, pero hasta la fecha, Higgins parece estar pensando más en su próximo contrato que en el presente (como demuestra el hecho de querer jugar con una costilla rota para que no decaigan mucho más sus números).

Por otra parte, tampoco la defensa está rindiendo al nivel que se espera de un equipo contendiente al título. En Tennessee ya habíamos encajado 24 puntos al descanso, con drives largos y fulgurantes de 40 yardas (el field-goal) y 78, 73 y 80 los touchdowns. Da la impresión de que fueron los Titans quienes no quisieron hacer más sangre que nuestra capacidad de pararles lo que hizo que solo encajáramos 3 puntos en la segunda mitad (en la que se comieron todo el tiempo que quisieron). Somos la segunda peor defensa de la liga contra la carrera, y sólo la 14ª contra el pase.

Pero cada partido es una nueva esperanza y hasta que las matemáticas no nos descarten debemos seguir apoyando a los nuestros. Incluso después de esto. No nos hicimos de los Bengals para ser felices, ya deberíamos saberlo. El domingo no nos enfrentamos a un equipo en teoría superior, ya que Arizona está en 1-3 como nosotros. Las series entre ambos conjuntos están igualadas, con 6 triunfos para cada bando. Ahora bien, ellos nos han ganado 4 de los 5 últimos enfrentamientos, incluyendo los dos más recientes. El anterior referente, en 2019, con destacada presencia “junglera” en el entonces denominado Paul Brown Stadium (ver la Guia Bengals 2020).

No habrá demasiados reencuentros en el State Farm Stadium de Glendale. Destacaría el de nuestro OG Cody Ford, quien jugó con ellos 11 partidos el año pasado, y el CB-slot suplente Jalen Davis, que estuvo en el equipo Cardinal en 2019, pero no llegó a jugar. Para la ocasión vestiremos con camiseta blanca, pantalón negro (con franjas naranjas) y calcetas blancas. No es la combinación que más me entusiasma, pero vamos 4-3 con ella. Si echáis en falta el tradicional parte meteorológico para el día del partido, os recuerdo que el estadio de los Cardinals es cubierto, por lo que importa bien poco.

Nos arbitrará Clay Martin, cuya última vez que le vimos fue en el wildcard que ganamos a Baltimore. Este entrenador de baloncesto en un instituto de Oklahoma, de 47 años e hijo de un marine instructor de vuelo, nos había pitado con anterioridad dos partidos de temporada regular saldados con derrota. Nunca ha sido un árbitro muy pañuelero, pero este año se está superando, ya que es el que menos infracciones ha señalado de toda la competición (una media de solo 10 por partido). No sé si esto es bueno o malo, ya que los Cardinals son el equipo menos disciplinado de la liga, y a quien más faltas le pitan.

Este enfrentamiento sin duda traerá buenos recuerdos a nuestros compañeros Juanra y Esther, quienes vivieron en directo la anterior vez que nos enfrentamos a los Cardinals y que, pese a la derrota, disfrutaron como niños la experiencia, y nos la hicieron vivir como si también hubiésemos estado allí.

En ataque

Todos los focos estarán puestos en la pantorrilla de Burrow. Probablemente, las piernas más observadas para alguien que no se dedica a la profesión de modelo. Las imágenes de los últimos entrenamientos, donde se le ha visto con más movilidad y sin usar protección especifica nos hacen concebir esperanzas. Pero ya sabemos que, en juego real, las cosas son muy diferentes.

Por tanto, lo inteligente sería no confiar demasiado en su recuperación y prepararnos para el peor de los casos. Hay que descargar la cantidad de pases y dar más peso al juego de carrera en nuestra ofensiva. Tenemos que aprovechar que la media de yardas por carrera de Mixon es de 4,2 lo que está bastante bien (o al menos, no es un desastre). Sin embargo, Mixon acapara el 77% de las carreras del equipo, y creo que deberíamos balancear más esta función entre el resto de componentes de la unidad. Somos el penúltimo equipo de la liga en yardas de carrera. Cuando decimos que no debemos centrarnos sólo en el QB, nos referimos a circunstancias como ésta. Hay que confiar más en nuestras posibilidades terrestres, generando mejores espacios (quizá cambiando las asignaciones de los bloqueos zonales a un esquema orientado a los gaps, o utilizando más a Sample como fullback) o alternando el tipo de corredor aprovechando las cualidades y “frescura” de piernas de Williams, Evans o Brown.

Como todos los equipos que se enfrentan a nosotros, estoy convencido de que Nick Rallis, el DC de Cardinals, enviará mucho blitz contra nosotros. También que, sin una mejor protección, Burrow se encontrará vendido en la mayoría de estas situaciones. La línea ofensiva es la que es, y más allá de cruzar los dedos para que tengan un buen día, poco podemos hacer. Habrá que confiar en que, como el año pasado, a medida que pasen las jornadas mejoren sus prestaciones. Esperemos que no sea demasiado tarde, ni que se pierdan piezas por el camino, ya que los suplentes son lamentables. Si había alguna mínima esperanza de recuperar a Carman, sus continuas ausencias entre los jugadores activos para los partidos nos deben hacer abandonarla definitivamente.

En esta tesitura, de nuevo preveo que Burrow se tendrá que deshacer rápido del oval. Esta vez tendremos el hándicap de la ausencia de Higgins, lo que sin duda envalentonará al rival para mandar más personal en la presión. Por nuestra parte, deberíamos elegir a los mejores receptores para conseguir yardas tras la recepción. Chase y Boyd, por supuesto, pero quizá también Irwin sea el más idóneo para el puesto de WR3 titular, con Charlie Jones también fuera, operado en la mano. Todos queremos ver a Iosivas, pero sospecho que solo saldrá en jugadas de tercer down largo donde necesitemos que se estire más el campo. Por desgracia, es bastante probable que haya muchas de estas. En cuanto a los tight-ends como receptores, con Smith todavía recuperándose, quizá Hudson pueda ser el único que aporte algo, sin confiar excesivamente.

He hablado de un juego de carrera inocuo, una línea ofensiva porosa, un cuerpo de receptores mermado y unos tight-ends transparentes. Como podéis ver, no es el QB mi única preocupación. Tampoco lo es el plan de juego, ni la elección de jugadas. Es descorazonador ver que los pases en tercer down se mandan por delante de la línea de primer down, fiándolo todo a la habilidad del receptor para deshacerse de su marcador. Siempre he sido partidario de asegurar 3 puntos antes de arriesgarnos al turnover-on-downs cuando nos cuesta tanto llegar a situación de anotar; pero igual por esta razón, quizá deberíamos ser más audaces. También habría que incluir más pases largos, no sólo para contentar a Chase o probar a Burrow, sino para evitar que las defensas sobrecarguen el box y se nos echen encima con todo. Dado que Burrow no puede hacer dropbacks, no podemos pensar en jugadas de play-action, o jugadas de engaño tipo flea-fleaker o similares, pero si los entrenadores tienen algún conejo en la chistera, éste es el momento de sacarlo.

Ja’Marr Chase está siendo una de las pocas luces de la ofensiva. Es un play-maker, por lo que hay que poner el balón en sus manos, ya sea pasándoselo o saliendo con él controlado tras la línea de scrimmage. (foto: bengals.com)

En defensa

De nuevo, dadas las carencias ofensivas, deberá ser la defensa la que nos dé el partido. Pero una defensa con tensión, con buenos placajes, coordinada en las coberturas, con el cuchillo entre los dientes en la trinchera. Poco de esto vimos en Tennessee.

No estamos siendo capaces de parar la carrera rival. Y a quienes piensen que ante Cardinals no va a ser tan importante, les recuerdo que son el 6º equipo más corredor de la NFL, con una media de 143 yardas por encuentro. Hay que ayudar más a Reader en el eje de la línea. No sólo Tupou, sino también Carter, quien ha aparecido muy poco. Pero, sobre todo, la responsabilidad tiene que caer sobre la segunda unidad. Wilson y Pratt no pueden repetir el recital de placajes fallados de los últimos días. Está bien que estén activos en la cobertura, pero su principal misión debe ser evitar que progresen los runningbacks rivales. Igualmente, tampoco me vale que Scott haga 10 placajes si llega cuando ya es demasiado tarde. Necesitamos un Strong Safety más rápido y contundente, y ya hace varias jornadas que está bajo sospecha.

El próximo domingo nos enfrentamos a un quarterback con la etiqueta de suplente. No quiero recordar lo mal que se nos suelen dar. B.J. Hill está generando bastante presión por el interior, pero necesitamos que desde el exterior se concrete en sacks. Ante Titans empezamos a ver un poquito de Murphy, pero necesitamos más de nuestra primera ronda. Por desgracia, estamos en un punto en el que necesitamos la contribución de todos, y ayudar a Hubbard y Hendrickson en la presión al QB es fundamental.

Otro problema con el que nos podemos encontrar son las lesiones. Davis-Gaither puede perderse otro partido, y es nuestro mejor linebacker suplente. Pero me preocupa más la ausencia de Taylor-Britt, quien está en el protocolo de conmociones. No solo es nuestro mejor cornerback hasta que Awuzie recupere su forma, sino que es de gran ayuda contra la carrera. Si no puede jugar, el novato Turner tendría su primera titularidad. Aunque de momento está respondiendo bien, todos hubiésemos preferido que su incorporación al equipo hubiese sido más paulatina y en otras circunstancias.

Los principales receptores de los cardenales son el WR Marquise Brown y el TE Ertz. Del primero debería ocuparse Hilton porque suele arrancar desde el slot, pero para el segundo, quizá nuestra mejor opción sea Daxton Hill. Esto puede provocar tener que acercarle demasiado al box y dejar más desprotegida la zona profunda. Cuidado con Wilson atacando los exteriores si dejamos a Turner o Awuzie sin ayudas. Creo que puede ser una buena oportunidad para darle minutos a Battle.

En líneas generales, creo que el plan de juego debería ser parecido al empleado ante Rams, alineando mucho personal sobre la línea de scrimmage, e incomodando a Dobbs todo lo posible. Aunque nos ganen por tierra, lo que no podemos permitirnos es que cuando pasen nos superen también. Tannehill pareció un Hall of Famer ante nosotros. Dobbs es un QB que no duda en emplear sus piernas cuando se ve comprometido, así que debemos estar también atentos a esta posibilidad. La defensa debe imponer su ley para sacarles del campo y darle así más posesiones al ataque para que coja el ritmo.

No se puede ir arriba a placar a un RB de la potencia de Henry. Parece que en esta foto, Pratt ya se aprendió la lección. Conner es otro corredor de estilo parecido, así que no tener fallos de técnica de placaje será fundamental (foto: bengals.com)

El rival

Tengo la impresión de que ni equipo ni aficionados de Cardinals esperan mucho de este año, así que podríamos decir que juegan sin presión. Su plan es hacer crecer a los jóvenes, y si por el camino cae una elección alta de draft con la que plantearse el posible cambio de quarterback, analizar sus opciones. Perdieron de una anotación en Washington, se dejaron remontar 21 puntos en casa ante Giants en poco más de 20 minutos, dieron la campanada derrotando a Cowboys, y aunque les disputaron, no pudieron hacer nada ante 49ers.

Su ofensiva está descompensada (no como la nuestra, que es mala tanto corriendo como pasando). Mientras que es 6º por tierra, por aire es la 22º. Dobbs simplemente tenía que no hacer el ridículo hasta la recuperación de Murray, pero lo cierto es que no lo está haciendo nada mal. 814 yardas de pase, con 4 TD y ninguna intercepción. Esto es importante, porque es un equipo que comete pocos errores (+3 en el diferencial de turnovers). Se basa en la carrera, pases de seguridad, y lo que surja.

En defensa andan peor. Son los 24º tanto contra la carrera como contra el pase. La baja del SF Budda Baker, en Injury Reserve, es importante, aunque para el partido del domingo no se esperan ausencias de relevancia. Su formación habitual es 3-4, con especial atención para el OLB Gardeck, quien lleva ya 4 sacks. De media encajan 2 puntos más que nosotros (25 frente a 23), pero por el contrario ellos anotan casi 10 puntos más (22 por los raquíticos 12,3 nuestros).

El día del partido será el que dediquen a la lucha contra el cáncer (campaña Crucial Catch), lo mismo que nos pasó en Tennessee. Lucirán para la noche del encuentro sus uniformes negros, con el casco también en ese color, en un diseño que, si me perdonan los seguidores cardenales, me parece mejor que el oficial.

En el partido contra Bengals, los Cardinals estrenarán sus nuevos uniformes totalmente negros, casco incluido. La verdad, me parece un uniforme bastante bonito. (foto: USA Today Sports)

La clave

Resulta evidente que la clave para llevarnos el encuentro será que el ataque encuentre la forma de funcionar, bien de la mano de un Burrow más recuperado, o de ofrecer más variantes ofensivas. Por desgracia, la defensa no está todavía tan bien ajustada como para confiar en que, por sí misma, pueda darnos la victoria.

No he incluido a los equipos especiales porque tras la lesión de Jones, los retornos vuelven a ser igual de inoperantes. De hecho, a punto estuvo Irwin de liarla al caérsele un punt. Robbins tuvo un día más acorde a lo esperado de él, espero que supere su irregularidad si, como se supone, el atasco ofensivo provoca tener que chutar muchos punts. Por suerte, McPherson sigue acertado y, al disputarse el partido en un domo, puede tener todavía más margen de distancia para los field-goals.

Las apuestas nos colocan como favoritos para ganar este partido por 3 puntos, de ahí la importancia de no perdonar en las patadas. Por supuesto, si nunca se deben conceder entregas de balón, en la situación tan crítica en que nos encontramos, mucho menos. Debemos hacer un esfuerzo por llegar al bye de la jornada 7 al menos con un balance equilibrado de 3-3 con el fin de mantener vivas nuestras aspiraciones.

En mi opinión personal, creo que vamos a imponernos con cierta solvencia. Cuando los técnicos se han visto acorralados, siempre han dado lo mejor de sí, y esto es lo que espero en esta circunstancia. Cardinals me parece un equipo propicio para iniciar una remontada, aunque sólo sea moral. Mi pronóstico es, por tanto, de victoria, aunque sólo sea porque si salimos derrotados de Arizona, me va a resultar muy difícil encontrar otro enfrentamiento donde me sienta optimista. Who Dey!

Más que nunca, nuestras esperanzas de victoria pasan por Burrow. Por supuesto, de su mejoría física, pero también, por no intentar hacerse el héroe y confiar en otras opciones. Si no está, es una pena, pero no está, y de nada sirve exprimirle cuando el pobre no da para más. Es el momento de todos los demás de dar un paso adelante (foto: bengals.com)

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