“Vergonzoso” sería un calificativo demasiado suave para definir el partido que ¿disputaron? el pasado domingo los Cincinnati Bengals. Una vez más, el marcador definitivo (derrota 27-17) no debe hacernos olvidar el bochornoso espectáculo exhibido. El conjunto bengalí mostró una imagen absolutamente penosa, más allá de cualquier duda razonable. La imagen de portada, con un sufrido camarada seguidor bengalí enfundado en la camiseta del patético Kirkpatrick, y oculto su rostro bajo una bolsa de cartón, es el epítome perfecto de la temporada 2019.
Pero la magnitud del problema no solamente se debe al lamentable rendimiento de la plantilla, sino que se hace extensiva al cuerpo técnico. Un equipo puede ser malo, pero unos buenos entrenadores deben saber disimular sus carencias. Cuando no sólo son incapaces de extraer nada de jugadores mediocres, sino que da la impresión de que los “buenos” se hayan olvidado de cómo se juega al football, son síntomas evidentes de que nos hemos equivocado en la elección del head-coach.
Podemos esconderlo tras el nulo acierto de Dalton, y será verdad. Podemos excusarnos en las numerosas lesiones, y también será cierto. Pero lo que bajo ningún concepto se puede ocultar es la sensación de total ausencia de plan de juego. No puede ser casualidad que de manera sistemática, jornada tras jornada seamos apabullados por los rivales en las primeras mitades. Da la impresión de no haber preparado adecuadamente el enfrentamiento. Dejando aparte equipos especiales, que van por libre, tanto en defensa como sobre todo en ataque, hemos sido maniatados por nuestros contrincantes. Los engañosos drives de último minuto son por su naturaleza situaciones excepcionales. De nada sirven las anotaciones en los dos minutos finales (llamarlos de la “basura” me parece un desprecio en comparación con los deplorables 58 anteriores) cuando el resultado ya está decidido.
El playcall es nefasto. Taylor se pierde buscando soluciones en la hojita de jugadas esperando que por ensalmo aparezca una inspiración de la que carece. Nunca he entiendo hacer un pitch cuando sólo hay que ganar una yarda. No entiendo como en 2ª y 1 no se ordena ninguna carrera para conseguir esa mínima ganancia y obtener un nuevo set de downs. Sólo 3 pases a los TE (2 Eifert, 1 Sample, Uzomah nuevamente invisible), con 100% de acierto. En el resto de pases a otros jugadores, menos 50%.
Y lo de la carrera es para premio. Solamente 33 yardas globales, las conseguidas por Dalton (que como no es un QB corredor fueron fruto de jugadas rotas). Las 2 yardas conseguidas por Mixon en 10 intentos (el más largo, de 4) se contrarrestan por las -2 de Erickson (tras un espantoso end-around donde perdió 11). Bernard, un grotesco 0 de 4. Por desgracia, nuestro compañero Gerardo tiene razón cuando dice que un snap de carrera es un snap perdido. En un momento de la transmisión apareció un rótulo que indicaba que éramos el equipo de la NFL con más jugadas de yardas negativas. La línea ofensiva es horrorosa, pero tras esa misma terrible OL, Mixon fue el año pasado el runningback con más yardas de carrera de la AFC.
Pero no solamente es a nivel de esquema, hay multitud de ejemplos individuales que muestran un equipo mal entrenado. Descoordinación en los handoffs, continuos drops, incluso de la defensa que pierde intercepciones, errores de asignación que permiten entrar solos a los rushers, fallos de placaje por tomar ángulos horribles, etc., etc. El máximo responsable de todo esto es Taylor. Ahora no es momento de tomar medidas drásticas que serían contraproducentes, pero para el año próximo tienen que rodar varias cabezas del cuerpo técnico. Conociendo a nuestra directiva, Taylor está a salvo (y drafteará un QB como comodín), pero muchos de sus ayudantes simplemente no dan el nivel.
Con esto no estoy añorando a Lewis, ni muchísimo menos. El régimen del “sonrisitas” estaba más que caduco. Sólo expongo que la directiva “se ha cubierto de gloria”. Nuestro favorito era Bienemy, que ya vemos cómo está llevando la ofensiva de Chiefs, pero los Brown optaron por la cara bonita de poster. Los errores en la contratación de Taylor fueron:
- Como los Rams llegaron hasta la Superbowl, se perdió un mes precioso en la planificación de la temporada 2019 por tener que esperarle. No sólo eso, en contratar a los ayudantes se perdió otro mes más. A esas alturas, todos los buenos ya estaban contratados.
- Taylor es un entrenador que nunca antes, ni siquiera en college, había tenido la responsabilidad de dirigir un equipo, ni siquiera de cantar las jugadas ofensivas.
- En sí mismo, ser joven no es un problema insoluble, pero sí lo es cuando careces de “peso” en la NFL para convencer con tu proyecto a entrenadores de prestigio. Solamente pidiendo favores a conocidos pudo reunir un cuerpo técnico. Esta dependencia emocional le incapacita para exigirles resultados.
A todo esto hay que sumar el conformismo del staff en la renovación de jugadores mediocres, la consiguiente inoperancia en la agencia libre porque “hay que ahorrar”, y el continuo desatino en el draft por la pésima evaluación de jugadores universitarios. El mal está incrustado en el corazón de nuestra querida franquicia atigrada, y desgraciadamente es imposible extirparlo.
Después de haberle dado cera a directiva y entrenadores, toca el turno de los jugadores.
ME GUSTÓ
Alex Erickson
Por fin un partido en el que cuentan con él, y respondió de maravilla (la mayoría de las veces, tuvo también unos cuantos drops y la decisión de retrasarse 11 yardas cuando la defensa había anulado el jet-sweep no fue la más inteligente). 137 yardas, más de 100 en la primera mitad, demuestran que es un jugador muy válido para el slot.
Preston Brown
No ha ganado velocidad, ni contundencia en los placajes, pero su intervención deteniendo al tren de mercancías que es Fournette en goal–line no fue nada fácil. Salvó 6 puntos para el equipo, por lo que hay felicitarle.
Brandon Wilson
Hizo un pedazo de retorno de 61 yardas que no fue touchdown por trastabillarse tras superar al último defensor. Una pena, porque el esfuerzo y el talento que demuestra en cada intervención se merecen una mayor recompensa. Lástima que su big-play fuese anulada por otra intercepción de Dalton.
Kevin Huber
Seguramente el jugador más inspirado de todo el equipo. Alejó a la ofensiva de Jacksonville cuando le tocó patear profundo en campo propio, y les clavó en su yarda uno en dos ocasiones. Desde su posición en el juego, poco más puede hacer él para contribuir a la victoria.
Geno Atkins
Excelente primera mitad, con dos sacks, pero después se diluyó como el resto de la defensa. Necesitamos que aparezca más a menudo, y que aporte liderazgo, en especial con la baja de Dunlap.
Sam Hubbard
Intachable su esfuerzo durante todo el partido, aunque debe controlar su ambición porque le lleva a provocar fueras de juego por anticiparse más de la cuenta. De las pocas alegrías, junto con Bates, que nos hemos llevado en los últimos drafts. Eché de menos que en jugadas de goal-line, o incluso en las de pocas yardas, ni Taylor ni Callahan tengan la valentía, o la imaginación, para hacerle intervenir como fullback.
Menciones especiales
A Gio por su tenacidad en los bloqueos. A Dennard porque a pesar de volver a la actividad casi un año después, estuvo muy bien en el placaje y cortando pases. Y a Tate, porque aunque solo logró 3 recepciones y tuvo algún drop, salvaron terceros downs complicados y en una de ellas casi llega a anotar.
NO ME GUSTÓ
Andy Dalton
Otro partido que se tira a la basura en una primera parte regalada (3 completos para 23 yardas en sus 11 primeros pases). Le volvieron a deflectar un lanzamiento en la línea defensiva que de milagro no fue otra intercepción. Yo no sé ya cuántas veces he visto que le pase esto. Lanza los pases desacompasado con sus receptores: o van muy lejos de los números, o demasiado fuertes, o demasiado bajos… Estuvo listo en las carreras, ya que nadie se imagina que va a correr y tenía todo el espacio del mundo, pero en cuanto sale del pocket para pasar, ya sabemos que es jugada terminada.
Volvió a sufrir un nuevo turnover en la red-zone, y ya van unos cuantos este año. Esto no le pasaba en sus primeros años. Tenía un mayor cuidado del balón en esa zona. La primera intercepción no ve cómo se cruzaba Myles Jack. En la segunda es que no vio ni a nuestro corredor, le dejó el balón flotando a Ngakoue en el screen peor ejecutado que he visto jamás. En la tercera intercepción, ya totalmente descompuesto y pitado (lógicamente) por el público, se la pasó directamente a las manos de safety jaguar.
Nadie le pide que sea mejor que Russell Wilson, incluso ni que Lamar Jackson, que se está revelando como un gran QB. Pero tiene más experiencia que Garoppolo y por supuesto que Allen. Y ni que decir tiene sobre Rudolph o los novatos Murray y Minshew. Todos ellos le han superado, sino en estadísticas, en sensaciones. La patética ineficacia del juego terrestre hace caer sobre él un mayor peso en la responsabilidad ofensiva, pero si este año era un examen para su continuidad en la franquicia, lo está suspendiendo claramente.
En una semana en la que hay que viajar a Londres, con todo el ajetreo que conlleva, no preveo que vayan a producirse cambios. Pero una nueva mala actuación suya en Wembley, puede hacerle a Taylor replantarse la situación en la posición de quarterback durante la posterior semana de bye.
Tyler Boyd
La semana pasada justifiqué su mal partido por el marcaje de Humphrey. Esta vez le tocó bailar con Bouyé, y de nuevo salió perjudicado. Si va a convertirse en nuestro WR1 (Green no está, y lo que es peor, ni se le espera para la próxima jornada, y ya veremos para el próximo año) en algún momento deberá imponerse a los CB1 de los rivales. Desde luego, que no espere que Ramsey en Londres vaya a ser más benévolo.
Sin embargo, lo peor de su actuación (drops aparte) fue el fumble que sufrió. Un fumble que todos adivinamos en cuanto le vimos meterse entre la maraña de jugadores sin llevar el oval bien sujeto contra el cuerpo. No es la primera vez que le ocurre.
B.W. Webb
Hasta en dos ocasiones tuvo el oval en sus manos para conseguir una intercepción y, probablemente, retornarla para touchdown. Las lesiones de Kirkpatrick y Jackson le abrieron las puertas de la titularidad, solamente para volver a demostrar que es un cornerback muy malo, y que si es titular es primero por amistad con Anarumo quien recomendó su fichaje, y después por todas las bajas en la secundaria.
Pero además, en lo que era su obligación, tampoco anduvo nada fino. Dejó demasiada libertad a su defendido, y recuerdo una jugada en la que falla un placaje de manera escandalosa. Cuando pido que se haga limpieza en la plantilla me refiero a personajes de esta ralea, trotamundos que por enchufismo mantienen el puesto frente a jóvenes aún por explotar (recordad que para dejar a éste cortamos a Devontae Harris, ahora mismo titular en Broncos).
Línea Ofensiva
No podía faltar, todo un clásico. Más patético que ver cómo era humillantemente superado, fue la rabieta que se pilló Hart, todavía no sabemos contra quién. Redmond, la mejor jugada que hizo fue lanzar al defensor jaguar contra el tobillo de Dalton para que los árbitros pitasen violencia contra el pasador. Price… ¡ay, Price! Un auténtico coladero. Hopkins es el único que mantiene el tipo, y Jerry la dignidad (que le superen jugadores más jóvenes es hasta natural).
Penalizaciones, sacks, múltiples jugadas para pérdida de yardas… un completo despropósito. Sin línea ofensiva, no hay ofensiva. Esto es así. Y sin ofensiva, no sirve de nada este año porque no podremos probar jugadas si todas se rompen antes de lo que deberían. Turner está fracasando estrepitosamente. Muy esperanzados estamos en que el año que viene Callahan se traiga a su padre para entrenar la OL, pero como éste lo haga bien como head-coach interino en Redskins, veremos quién le saca de allí.
Como en el caso del QB, el viaje a Londres no es momento para hacer cambios, pero tras el bye no podemos seguir así. Necesitamos reforzar los puestos de Tackle (el recién fichado Johnson es un guard). Hopkins lo está haciendo bien, pero siendo ahora mismo nuestro mejor offensive lineman, igual habría que probarle como LT. Quizá Price en su posición natural de center se encontraría menos perdido, porque para hacerlo mal, mejor dejar a Jordan de LG y que vaya aprendiendo a base de errores. Cuando se recupere Smith, sentar a Hart (o ponerle de RG). No sé, a lo mejor es la desesperación la que me hace decir tonterías, pero no puedo con este grupo, de verdad.
Nick Vigil y Shawn Williams
Un nuevo recital de placajes fallados, ángulos pésimamente tomados y una pasmosa incapacidad para desenvolverse en el tráfico. De nuevo, un runningback nos supera de largo las 100 yardas (Fournette amasó 131). De nuevo, un quarterback se hincha a correr contra nosotros (48 yardas Minshew). Nos comimos con patatas un par de end–arounds. Es muy fácil atacar contra nosotros: darle el balón al tipo grande y que arrase con todo.
No podemos pedir a Bates, que está posicionado en Cancún por lo menos, que llegue a tiempo a la caja a parar jugadores en carrera que le superan en físico. Ni pretender que chicos como el undrafted McRae, el CB de slot, que apenas pueden contener a su defendido (ayer fue nuevamente victimizado en el touchdown y posterior conversión) que ayuden también contra la carrera. Si permitimos un porcentaje de 4,9 yardas de media por carrera, la proyección es que no necesitarán lanzar para pasarnos por encima.
Arbitraje
No les considero responsables de la derrota, ni mucho menos. Creo que repartieron errores de apreciación más o menos por igual entre ambos bandos. Y no voy a criticar a quienes, después de Erickson, fueron quienes más yardas consiguieron para los nuestros (130 de penalización contra Jaguars). Si les traigo a esta sección es porque no puedo entender cómo rechazaron el challenge de Taylor cuando había una toma en la que se veía nítidamente cómo el pie del jugador de Jacksonville pisaba fuera del campo. Repito, para mí no tuvieron incidencia en el resultado, pero estas situaciones en las que claramente cometen un error (por otra parte, totalmente disculpable dada la velocidad del juego) no concibo por qué son incapaces de revertirlo pese a que las imágenes les ponen en evidencia.
Y ya en líneas generales, me gustaría que se pusieran de acuerdo de una vez todos los equipos arbitrales para saber por qué en unas ocasiones que un liniero ofensivo haga la “corbata” a un pass-rusher abrazándole por el cuello es holding, y otras no.
Otras cosas puntuales que no me gustaron del ataque
- Estuvo claro que Mixon no podía correr, pero podía recibir (de hecho, su touchdown fue de recepción). Sólo le lanzamos 2 pases. No entiendo cómo es posible que un ataque tan famélico no busque con más ahínco a su jugador más talentoso.
- Todavía no comprendo por qué no le han dado ni una sola carrera a Williams. No creo que solucione mucho las cosas, pero a lo mejor, piernas nuevas podrían cambiar un poco la dinámica.
- Sobre su intercepción, Ngakoue dijo a los periodistas que sabían que si estaba Mixon habría una carrera y si era Bernard habría una screen, por lo que estaban prevenidos. Somos más simples que el mecanismo de un chupete…
- No me entra en la cabeza por qué jugó Dalton, y no Finley, el último e inútil drive del partido. Especialmente con todo el público ya en contra. Sí, anotó un touchdown que le vendría muy bien para la fantasy, pero me parece una inconsciencia enorme arriesgar a los titulares para nada.
- El ataque volvió a quedar por debajo de 20 puntos (17). Así es muy difícil ganar en esta NFL. Y más todavía cuando como consecuencia de los turnovers, los rivales anotan 13 puntos.
Conclusión final
Estamos muy jodidos, ésta es la única verdad. 2019 va a ser muy largo, y no me importa si de este sufrimiento salimos con algo positivo, pero lo cierto es que no lo veo. No hay innovaciones ofensivas ni defensivas. No sólo no progresan los jóvenes, sino que los que suponíamos buenos (Jackson, Mixon, Eifert, Dunlap,…) están en los peores niveles de su carrera. El globo de ilusión que trajo Taylor se está desinflando a marchas forzadas.
Lo único que me aporta cierta esperanza es que, en el fondo, tampoco estamos tan lejos de nuestros rivales. El domingo, como ya pasó otras jornadas, tuvimos ventaja en el último cuarto. Nos condenaron más nuestros propios errores (el fumble de Boyd, las infames intercepciones de Dalton, las no-intercepciones de Webb) que los aciertos del rival. Cuando no es un día una cosa, es otro día otra. Si conseguimos (y esta es la labor de los entrenadores) erradicar toda esta serie de fallos incalificables, estaremos en condiciones de poder conseguir por fin alguna victoria. Pero no se preocupen los draftólogos. Del top-3 no nos baja nadie.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com
Un comentario en “Bengals 17 – Jaguars 27”
Excelente análisis del partido aunque muy doloroso esperemos que ya hayamos tocado fondo y de aquí para arriba saludos desde México de los MexBengals