Es “Steelers week”. La semana en que nos enfrentamos a nuestros rivales de Pittsburgh, el equipo contra quien más veces nos hemos medido en toda nuestra historia. Ya sé que a todos nos gustaría más que se llamase “Bengals week”, porque fueran ellos quienes estuviesen más preocupados por el encuentro; pero mientras la situación esté como ahora, somos nosotros quienes más nos jugamos en el envite. Ellos van de cabeza a playoffs, liderando la división con un holgado balance de 9-2. Una victoria, si no matemáticamente, les pondría en bandeja repetir presencia en postemporada. Una derrota, tampoco les dejaría en una situación demasiado comprometida, ya que tienen que ganar igualmente a Patriots en la jornada 14 para asegurar el seed#1 de la conferencia.

Nosotros, en cambio, vamos de culo. El juego que desplegamos está muy lejos de ilusionar a nadie, y sólo las matemáticas nos dan ciertas opciones de llegar a playoffs. Al igual que en el partido de Pittsburgh, nos enfrentamos para intentar igualar nuestro balance (ahora vamos 5-6, entonces estábamos 2-3), y mucho me temo que el resultado será parecido. Ellos encadenan una racha de 6 victorias consecutivas, en las que ha habido tanto palizas, como triunfos sorprendentemente apurados. Contra nosotros también llevan una racha victoriosa de 4 ganados en los últimos 4 enfrentamientos, lo que nos lleva a un balance general de 61-35 a su favor, de los que un 29-19 corresponden a los partidos jugados en Cincinnati, incluyendo sus dos victorias en wildcard. Es decir, nos tienen tomada la medida, pero bien.

Por si no fuera suficiente enfrentarnos a nuestra particular bestia negra (y amarilla), lo haremos en un Monday Night Football, lo que añade un punto más de complicación al encuentro. 11-23 es nuestro pésimo balance de los lunes, 4-7 desde que está Lewis. No se nos dan nada bien los partidos en prime-time, a lo que hay que sumar el tradicional gafe cuando nos retransmite Movistar+. Así que si a pesar de todo esto, hay algún valiente dispuesto al sufrimiento, que sepa que empezará a las 2:30 de la madrugada del lunes al martes en España (7:30 de la tarde del lunes en México). Servidor estará durmiendo y presiento que pasándolo mejor que ustedes.

Para este partido vestiremos con camiseta negra y pantalón blanco, combinación con la llevamos un curioso balance de 32-31-1, que me da la impresión quedará igualado al finalizar. La noche será fresca, pero no gélida (unos 14ºC), con el cielo nublado pero sin previsión de lluvia ni viento fuerte. Nos arbitrará un viejo conocido: Walt Anderson. Este veterano dentista de 65 años nos ha pitado 11 partidos en las 15 temporadas que lleva como árbitro principal (22 en total en la liga). El balance nos resulta favorable por 8-3. Es un colegiado muy meticuloso, por lo que cuidado con los holdings de la línea ofensiva, o los bloqueos ilegales en los retornos.