AnalisisBengals 2017

Bengals 30 – Browns 16

Curioso idioma el nuestro. Tan igual y tan diferente según dónde se hable. Si digo de algo que es “poco”, todos lo entenderéis, pero ¿una miaja? Aquí ya empezaríamos a tener problemas para identificarla como una expresión de algo muy pequeño. ¿Y si digo una miajica? Esto es todavía más autóctono para definir una fracción de la miaja. Pues bien, el domingo los Bengals sólo demostraron ser una miajica mejor que los Browns.

 

El partido debería haber sido plácido. Una victoria clara, rotunda y sin sufrimiento. Pues no. Somos los Bengals y por lo tanto estamos abonados a la agonía. Pese a que la superioridad que mostramos creo que no estuvo en discusión en ningún momento, volvimos a lucir ese gen tan característico nuestro de complicarnos las cosas sin necesidad. Si el ataque carbura, la defensa se convierte en coladero. Si los equipos especiales consiguen un big-play, ahí estamos para anularlo con una penalización. Pese a no jugar un mal partido, seguimos dependiendo de los regalos de nuestros vecinos de Ohio: field-goals que fallan, drops en la end-zone, intercepciones que no atrapan, y ciertas decisiones arbitrales como mínimo discutibles en determinados momentos. Ganamos sí, pero no fuimos tan, tan buenos; ni mucho mejores que nuestro contrincante. Nueva victoria, aferrados a la uniformidad talismán naranja-negro, con la cual estamos invictos cada vez que la vestimos.

 

Un triunfo que nos mantiene, ¡válgame Dios!, en la lucha por una plaza de wildcard, lo que sólo puede significar una cosa: ¡qué baratas están las plazas de playoffs en la conferencia Americana! Los resultados de otros campos no nos favorecieron, pero es que no nos va a tocar la lotería siempre. Lo bueno de seguir en la carrera es que supone una motivación para los jugadores y, obviamente, también para nosotros. Lo negativo quizá pueda ser que los entrenadores pretendan no cambiar demasiadas cosas, con el consiguiente desperdicio de talento y ganas de los novatos que son continuamente condenados al ostracismo. Nadie entiende que Ross no sea ni convocado, y no me vale como excusa que Malone o Core lo estén haciendo bien. De alguna forma hay que intentar poner en acción a nuestro pick de 1ª ronda, porque no hacerlo estaría demostrando una pésima y nefasta planificación.

 

 

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