La clave:
Hay que mantener la intensidad durante los 60 minutos. Si los Browns son combativos cuando van perdiendo, qué no será si se ponen por delante. La mejoría ofensiva contra los Packers apenas duró veinte minutos, y necesitamos que se prolongue más tiempo. No podemos relajarnos en ningún momento, y más nos vale preparar nuestros corazones porque hasta el final no se resolverá nada.
En estos partidos divisionales, de tanta tensión, es normal cometer errores. Un turnover, un drop, un despiste en equipos especiales… hay que mimar hasta el más mínimo detalle porque en estos es dónde se decidirá el partido. Ellos van 0-3 como nosotros, pero podrían ir 2-1 de no ser por estas circunstancias tan caprichosas.
Si nos ponemos por delante, fundamental conservar la cabeza fría para mantener la ventaja. Riesgo cero, drives sosegados consumiendo tiempo, sin faltas que nos compliquen los primeros downs. No sólo se trata de enfriar al contrario, sino también al público, sin cometer el error del partido de Green Bay. Si vamos por detrás, balón a nuestros jugones (no a Kroft, LaFell o similares) y presión defensiva a saco sin contemporizar, nada de 3-men-rush. En todo caso, los entrenadores deberían llevar el partido bien estudiado y estar preparados ante cualquier cambio táctico que realicen tras el descanso. Nuestros entrenadores también tienen que “ejecutar” mejor.
Ya dije hace tiempo que llegará un día en que los partidos contra Cleveland no los podremos catalogar como victoria segura. Si las circunstancias fueran otras, y llegásemos sobrados al encuentro, podrían darnos un disgusto. Sin embargo, en el estado de extrema necesidad que afrontamos, creo que no nos dejaremos sorprender y saldremos de allí con la primera victoria de la temporada. Si no lo conseguimos, el año se va a hacer muy largo.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com