No recuerdo una “steelers-week” tan apagada como ésta. Ciertamente, la situación de ambas franquicias invita al desánimo, pero esos encuentros de intensa rivalidad siempre han sido especiales. En vez de enfocarlo como un partido entre dos equipos de 0-3, habría que hacerlo como una final en la que sólo uno de los dos acabará borrando el cero de su casillero de victorias, y el otro caerá en un agujero de insospechadas consecuencias.
En nuestro caso, no obtener ningún triunfo en el primer cuarto de competición, sin duda generaría ciertas dudas sobre el proyecto. Habría que tener en cuenta los atenuantes (lesiones, calendario, etc.), pero lo cierto es que la sensación de debilidad empezaría a ser preocupante. Una cosa es tener paciencia en la construcción de una estructura de juego, y otra dejar escapar victorias por errores que deberían estar superados. Ya dijimos que el objetivo no era tanto el balance como la imagen, pero esta irregularidad tampoco es positiva.
Pero peor lo tienen nuestros rivales acereros. Por más que ahora digan otra cosa, su objetivo eran los playoffs, y depositar sus aspiraciones únicamente en un QB cuya propensión a las lesiones era bien conocida, tampoco es síntoma de buena planificación. Tomlin se encuentra en una posición delicada, y perder contra un rival divisional “supuestamente inferior”, en su propio feudo, y ante la televisión nacional, haría aumentar las voces que le quieren fuera del club.
Porque quizá de lo más destacado es que el partido se jugará en el horario estelar del Monday Night. Estelar porque a esa hora, estaré soñando con las estrellas mientras los más valientes, o los menos ocupados, lo podréis visualizar a las 2 de la madrugada del martes o 7 de la tarde del lunes en México. A esa hora, la temperatura sobre el Heinz Field rondará los 20ºC, con el cielo nublado y un 40% de probabilidad de lluvia, pero con viento suave. Como todos los partidos en prime-time, no se le dan muy bien a Dalton. De los 6 MNF disputados, sólo ha ganado 2.
Además, este partido cumple la efeméride de ser el 100º enfrentamiento entre ambas franquicias. El balance es claramente favorable a ellos por 64 a 35 (33-16 en Pittsburgh). El caso es que pese a enfrentarnos al menos dos veces por año contra ellos, no les ganamos desde el día de Todos los Santos de 2015. Desde que está Tomlin, el balance es un demoledor 20-5. No suele ser habitual que haya muchos jugadores que tras jugar en un equipo se pasen al otro bando. En la actualidad, sólo nuestros trotamundos Bullock (K) y Webb (CB) han vestido el negro y amarillo. Por cierto, nosotros vestiremos con nuestro uniforme blanco “color-rush”, que además de bonito, nos da cierta suerte (2 victorias, 1 derrota).
Nos arbitrará el veterano contable público de 58 años (y nacido en Pensilvania) Bill Vinovich, hijo y nieto de árbitros. Arbitro principal desde 2004, una afección cardíaca lo mantuvo apartado durante 5 años del arbitraje. Dirigió la SuperBowl XLIX en la que Patriots derrotó a Seahakws, pero sin duda es más conocido por la no señalización del pass–interference en el partido de playoffs del año pasado entre Saints y Rams, que tanta controversia originó, y motivó incluso un cambio de reglas, haciendo ahora esa jugada revisable. Sin embargo, es uno de los colegiados que más confianza inspira a la NFL, y cuyo equipo arbitral menos pañuelos lanza por encuentro, haciendo estos mucho más dinámicos. De los 10 partidos que nos ha pitado, hemos ganado 5 y perdido otros tantos (uno de ellos precisamente en Pittsburgh en 2017). No contaría yo, por tanto, con mucha simpatía por su parte.
En ataque
Como vimos el pasado domingo, es fundamental que el ataque sea capaz de mover las cadenas. Si volvemos a encadenar continuos 3 y fuera, conseguiremos agotar nuestra defensa y hacerla inútil si la necesitásemos en los instantes finales. Por esta razón, más que preocuparnos en hacer sangre siendo demasiado incisivos, debemos establecer una ofensiva pausada, que gane la batalla del reloj.
Por supuesto, como nuestra línea ofensiva seguirá siendo un espanto, deberemos confiar en el talento de Mixon. Debe ser nuestro jugador de cabecera, y tener paciencia, porque en algún momento será capaz de romper su defensa. Buscarle en screens, options, o cualquier forma de ponerle con cierta ventaja antes que hacerle atravesar un muro que estará invadido de camisetas negras.
Sin embargo, me temo que ni Taylor ni Dalton aguantarán la tentación de acosar a la secundaria steeler. A pesar de que es probable que nuestros receptores tengan aquí cierta ventaja (su defensa contra el pase es la penúltima de la liga, mientras que nuestro ataque aéreo es el tercero), deberíamos usar esta bala sólo si nos vemos obligados a dispararla. Boyd, Eifert y el “liberado” Tate pueden hacernos mejor papel asegurando primeros downs que intentar arriesgadas aventuras con Ross.
Pero al final todo pasa por Dalton. Como comentaba en anteriores artículos, más allá de sus casi 1000 yardas en apenas 3 partidos, no veo síntomas de mejoría en otras áreas como juego de pies, serenidad ante la presión, pase en movimiento, etc. La ofensiva descansa totalmente en él, y esto no es bueno. Además, su rendimiento en partidos importantes deja bastante que desear. Creo que cuanto menos se hable de él, mejor. No debería tratar de convertirse en héroe y limitarse a dirigir el equipo buscando los mejores emparejamientos de sus receptores, así como soltar rápido el oval para evitar que le atrapen con él en las manos encajando sacks ni mucho menos fumbles (a Garoppolo le provocaron varios turnovers con su presión).
En defensa
La semana pasada, Bosa hizo pasar una mala tarde a nuestro compatriota Villanueva. Este debe ser el camino a seguir. Rudolph es un QB todavía inexperto, y si su línea no es capaz de defenderle, puede cometer errores. Aquí debería estar la clave del partido: conseguir que nuestra línea defensiva sea capaz de ganar esta batalla de trincheras. No sabemos cómo evolucionará Hubbard de la lesión sufrida, ni hasta qué punto pueda estar recuperado Lawson, pero necesitamos a ambos en frontales de 5 linieros para que el joven QB acerero sienta presión continuamente.
Si le forzamos a que tenga que desprenderse pronto del oval, estaremos desactivando una de sus más temibles armas, el pase profundo, que normalmente requiere que el QB mantenga más tiempo el balón en el pocket hasta que se desarrolla la jugada. La secundaria va a necesitar toda la ayuda disponible. Es muy probable que emparejemos a Kirkpatrick contra Ju–Ju Smith–Schuster, quien seguramente saldrá desde el slot. Sobra decir nada más. Por otra parte, temo mucho el destrozo que pueda hacernos su TE McDonald ante nuestra repetida ineptitud para cubrirles. De nuevo vamos a requerir mucho de Bates para que actúe como bombero de los incendios que sus compañeros sean incapaces de sofocar.
No obstante, lo lógico sería que Pittsburgh volcase mucho su ofensiva hacia el juego terrestre, y aquí tenemos un problema. Preveo formaciones 11 para forzarnos a sobrecargar la secundaria. Si se presenta esta circunstancia, espero que Anarumo sea capaz de reaccionar y sacar formaciones más pesadas, que puedan contrarrestarlo. El domingo no estuvieron mal Billings y Andrew Brown. Espero que sigan progresando. Por su parte, también nos gustaría ver qué puede aportar Pratt en cobertura, ya que sus predecesores están naufragando en este apartado.
Contra Buffalo la defensa mejoró, pero aun así sigue siendo insuficiente. Los fallos de placaje son injustificables. Cuando conseguimos forzar situaciones de 3ª y largo no podemos perdonar. Además, Rudolph es un QB con cierta movilidad, por lo que tampoco debemos perder de vista la posibilidad de que consiga primeros downs corriendo.
El rival
Aunque intenten justificar su balance de 0-3 con la lesión de Roethlieberger, ya aquí habíamos anunciado que ésta sería una temporada complicada para los Steelers, ya definitivamente sin sus dos principales estiletes ofensivos y una defensa con refuerzos limitados. Obviamente, la ausencia de Big Ben es un factor que se debe tener muy en cuenta, pero allá ellos si piensan que es la única explicación.
Su potente línea ofensiva ha bajado un escalón tras la marcha de Munchak, el entrenador de unidad. La edad media de sus titulares ronda los 30 años, por lo que resulta natural cierto declive. Aun así, la cambiaba al completo y sin dudar por la nuestra, pero esta vulnerabilidad debemos aprovecharla. No hay muchos apartados donde seamos mejores que nuestro rival.
Sus corredores siempre nos hacen daño. No son Bell, pero tanto Conner como Samuel tienen buena visión del juego y capacidad para romper placajes. Atención también a su TE McDonald, quien está entre algodones por una lesión. Suponemos que no le impedirá ser de la partida, pero por si acaso, los Steelers han enviado su 5ª ronda de 2020 a Seattle a cambio del TE Vannett. Ciertamente, causa cierta envidia ver que aunque tengan la temporada prácticamente perdida, siguen tratando de reforzar el equipo, no como otros…
Importante también dar respuesta a su cuerpo de receptores. Smith-Schuster ha quedado claramente como “macho alfa”, aunque quizá se le está haciendo un poco grande el papel, pese a que, como demostró en San Francisco, como le des un palmo de terreno te penaliza. Tras él, hay un grupo de receptores que, sin destacar en demasía ninguno de ellos, cualquiera te puede hacer un roto como te descuides. Washington, Johnson, Moncrief… quizá por esta razón, nosotros hemos tenido que reforzar la secundaria fichando al CB Mabin.
La defensa no es extraordinaria, pero el front-seven sí. Veteranos con “mucha mili” más la incorporación del ILB novato Bush, que para muchos, nos lo robaron en las narices en el draft. Correr será complicado, especialmente por el medio, pero el peligro también llega desde los exteriores con Watt y Dupree. De nuevo, un test comprometido para nuestra mediocre línea ofensiva, que probablemente necesite reforzar con Sample como TE2/OL6.
La secundaria en cambio sí es más frágil. Su defensa contra el pase es la penúltima de la liga, mientras que nuestro ataque aéreo es el 3º. Sin embargo, la llegada vía trade de Fitzpatrick cambia radicalmente la situación. Es uno de los mejores defensive–backs jóvenes de la liga, y ya desde que aterrizó allí ha dado muestras de su calidad, logrando una intercepción en su primer partido. La ausencia de Green le evitará volver a enfrentarse contra su némesis Joe Haden, quien probablemente se emparejará contra el nacido en Pensilvania y ex-jugador de la universidad de Pittsburgh, Boyd.
La clave
La pasada jornada, los turnovers fueron determinantes. A nosotros nos cortaron el intento de remontada, mientras que a los Steelers les permitió combatir en un duelo desigual contra los 49ers. Por tanto, por un lado, será básico asegurar la posesión del balón, sin permitir que nos fuercen fumbles ni rifar pases arriesgados; y por otro, que nuestra línea defensiva apriete todo lo posible a Rudolph para que cometa errores.
Estos partidos, los Steelers van a mil. Ante su público, la televisión nacional, y la necesidad de conseguir la primera victoria, van a salir con el cuchillo entre los dientes. No podemos perderles la cara. Si van a mil, nosotros a dos mil. Como decía antes del partido contra Bills, que nos ganen por calidad, pero no por intensidad. Como siempre querrán desquiciarnos, pero Taylor, en su debut en un duelo de la AFC Norte debe mantener la mente fría para seguir adelante con el plan sin caer en su juego.
Si el partido se mantiene igualado, serán decisivos los pateadores. Aunque no vaya a hacer mucho viento, chutar en el Heinz-Field siempre es complicado. Va a ser una prueba de fuego para Bullock, pero también habría que evitar ponerle en situaciones de ejecutar field-goals muy largos. Ojo también en los retornos, sobre todo por nuestra parte, para evitar penalizaciones que nos cuesten caras. Espero que lo de Buffalo haya servido de aprendizaje.
Resumiendo, en ataque creo que la clave será tratar de sumar en cada down, sin vernos abocados a terceros largos donde puede pasar cualquier cosa. En defensa, aprovechar la presión que generará la línea defensiva para forzar incompletos o intercepciones. Con la racha que llevamos contra Steelers, y más jugándose en su estadio, no podemos ser favoritos, pero pocas oportunidades mejores tendremos que ésta para revertir la situación.
Redactor en Bengals.es
Redactor en Spanish Bowl
Ex-Redactor de la AFC Norte de la NFL en el Diario AS
Colaborador de «La Perrera Brown».
Integrante del foro de los Cincinnati Bengals en NFLHispano.com